El ministro interino de relaciones exteriores y CARICOM de Trinidad y Tobago, Kennedy Swaratsingh, persistió en su respaldo a la presencia de Estados Unidos en el sur del Caribe cerca de Venezuela, bajo la excusa de combatir el narcotráfico. Estos argumentos hacen eco del ministro en posición, Sean Sobers, y la primera ministra Kamla Persad Bissessar.
“La forma de EE.UU. de intervención en aguas internacionales es dictada por su Congreso, sus reglas y su administración, y que está en aguas internacionales. Lo que hicieron no tuvo lugar en aguas de Trinidad. Así que no podemos opinar sobre eso porque ellos tendrán sus normas de compromiso y, por supuesto, el ejército de EE.UU. no es una organización frívola (…) al final del día hay un claro elemento disuasorio y una clara señal que se envía de que si estás involucrado en estas actividades (…) serás destruido y esa es la intención y el objetivo” afirmó en entrevista a la prensa local.
Estos argumentos del ministro interino, intentando justificar como disuasorias las acciones del ejército estadounidense en aguas territoriales, contradicen la realidad de la situación. Desde el 2 y hasta el 19 de septiembre, Estados Unidos reveló que ha ejecutado ataques con misiles contra embarcaciones pequeñas en el Caribe, supuestamente procedentes de Venezuela con cargamentos de drogas hacia los Estados Unidos.
En cada uno de los casos, se procedió al bombardeo sin contactar a la tripulación ni ejercer los protocolos de intercepción en alta mar, establecidos por las Naciones Unidas. Por demás, estos ataques fueron ordenados por el ejecutivo estadounidense sin consentimiento del Congreso, por lo que son inconstitucionales e ilegales.
Trinidad y Tobago, Estados Unidos ¿Y Caricom?
El ministro también comenta sobre la intervención de la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad Bissessar ante Naciones Unidas en las que sin mencionarla directamente, atacó a Venezuela bajo la misma narrativa que implica a Venezuela con el supuesto tráfico de drogas.
“La primera ministra es asegurarse de que puede ayudar a Caricom como líder para asuntos de seguridad…asegurándose de que cuando se trata de drogas, hay drogas, hay tráfico de personas, hay municiones, sus armas y estas cosas no sólo llegan a Trinidad y Tobago, sino que a través de Trinidad y Tobago encuentran su camino hacia la amplia región de la Caricom. Así que si se pudiera evitar que eso pase por aquí, quiero decir, que tome cualquier otra ruta que quiera tomar, no pasar por aquí y dejarnos intentar conservar Caricom para que podamos en el futuro convertirnos en una zona de paz,” afirmó el ministro.
En sus palabras al foro reunido en Naciones Unidas, la mandataria trinitobaguense afirmó que el Caribe no es una zona de paz, desconociendo la declaración de la región como tal en 2014 por los gobiernos miembros de la CELAC en la Habana, Cuba.
Varios líderes miembros de Caricom, como Mia Amor Mottley de Barbados y Ralph Gonsalves de San Vicente y las Granadinas, pidieron el restablecimiento de la paz en el Caribe y la retirada de las fuerzas estadounidenses. Mottley y Gonsalves han mantenido la posición de la Caricom de que el Caribe es una zona de paz y debe preservarse como tal.
“Estados Unidos proporciona formación a muchos de nuestros oficiales superiores, tanto de la policía como de las fuerzas de defensa. Así que Estados Unidos ha formado parte de nuestro marco de seguridad durante mucho tiempo (…) creo que quienes deberían temer son aquellos que están en el narcotráfico, como lo llamamos, y aquellos que están involucrados en actividades nefastas” afirmó.
En ninguno de los cuatro ataques se ha comprobado que el cargamento fuera en efecto, droga, ni que los tripulantes estuvieran involucrados en organizaciones criminales. La primera ministra de Trinidad y Tobago, sin embargo, afirmó que Estados Unidos debía “matarlos a todos violentamente”.