La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad Bissessar, negó que su gobierno esté implicado en intentos de cambio de régimen en Venezuela, en un cambio de tono hacia la República Bolivariana.
“Creo que esta asociación con EE.UU. no tiene que ver con un cambio de régimen; para nosotros, en Trinidad y Tobago, se trata de garantizar la seguridad del país» dijo la mandataria luego de su regreso de Estados unidos, donde tomó parte en la 80 semana de alto nivel de Naciones Unidas.
En esta misma visita, la jefa de estado trinitobaguense se reunió con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en Washington. Según reportes de ambas partes, los oficiales discutieron la seguridad regional y la lucha contra el narcotráfico.
Este supuesto combate al narcotráfico ha sido la excusa fundamental para el despliegue militar naval que conduce Estados Unidos en aguas del Caribe inmediatas a Venezuela. Desde el 2 de septiembre hasta el 3 de octubre, Estados Unidos ha anunciado cinco ataques cinéticos contra embarcaciones de menor calado que supuestamente provienen de Venezuela con pretendidos cargamentos de drogas.
Estos ataques sin contacto ni protocolos de detención en alta mar, han dejado al menos 21 personas asesinadas. La primera ministra, luego de la primera explosión, afirmó que Estados Unidos debía “matarlos a todos violentamente.”
Persad Bissessar además amenazó con usar fuerza letal contra embarcaciones provenientes de Venezuela en junio, luego de que el ministro del Interior, Justicia y Paz de Venezuela Diosdado Cabello, denunciara la presencia de un nacional trinitobaguense en una banda criminal desactivada en suelo venezolano.
La mandataria también ofreció su territorio como base militar estadounidense en el caso de una invasión estadounidense a Venezuela.
Todo por el Dragón
Otro de los tópicos discutidos en dicha reunión entre la primera ministra y Rubio fue la reanudación del trato gasífero Dragón entre Trinidad y Tobago y Venezuela.
El acuerdo gasífero vio sus primeras negociaciones en 2023, para un levantamiento de sanciones en 2024. En abril de 2025, luego de la entrada al poder de la administración Trump y justo en el contexto de cambio de gobernanza en Trinidad y Tobago, Estados Unidos anuló el permiso para la ejecución del proyecto.
La primera ministra desestimó este trato luego de su toma de posesión, apuntando a que buscaría otras fuentes para suplir su industria energética, gravemente impactada por el agotamiento de sus reservas naturales. El campo Dragón alberga 4,2 trillones de pies cúbicos de gas natural y se encuentra en aguas limítrofes venezolanas, cerca de aguas trinitobaguenses. Este reciente cambio en el tono de su discurso sobre Venezuela, ocurrió luego de que esta posibilidad fuera reabierta en dicha reunión.
A pesar de anunciar el posible levantamiento de dicha sanción, Estados Unidos continúa en su desconocimiento del presidente de Venezuela Nicolás Maduro Moros. La mandataria, ante la interrogante de si reconoce o no la legitimidad del presidente constitucional de Venezuela, dijo: “No creo que esa pregunta se plantee”.