En un firme mensaje, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que su país está preparado “para cualquier coyuntura” y que defenderá su derecho a ser libre frente a las amenazas externas, en particular las provenientes de Estados Unidos.
“El pueblo venezolano no tiene miedo de defender su derecho a vivir, a ser libres, ni a defender su territorio. Con valentía y preparación, estaremos listos para cualquier coyuntura que pudiera venir”, afirmó Maduro en un video difundido este domingo a través de su canal de Telegram.
“Nunca seremos esclavos de nadie”, sentenció el mandatario, en una frase que rápidamente se viralizó en redes sociales y medios internacionales.
Maduro denunció que la reciente “amenaza militar” de Estados Unidos ha tenido el efecto contrario al esperado por Washington. “Si ellos buscaban un debilitamiento político, económico o psicológico de Venezuela, lograron lo contrario. Hoy tenemos más apoyo internacional que antes del inicio de esta agresión”, aseguró.
El mandatario venezolano recordó que ya han pasado seis semanas desde el inicio de la “agresión psicológica, política y diplomática” contra su país, impulsada —según él— por el gobierno estadounidense y sus aliados. Criticó además la narrativa mediática que intenta presentar a Caracas como una amenaza, subrayando:

“La narrativa que trataron de imponer se estrelló contra la verdad nuestra. Ni tenemos armas de destrucción masiva, ni cohetes, ni armas nucleares.”

El discurso de Maduro coincide con un contexto de tensión regional. En agosto, medios internacionales informaron sobre un despliegue militar de EE. UU. en el sur del Caribe, justificado por la Casa Blanca como parte de una operación contra el narcotráfico. Sin embargo, Caracas sostiene que se trata de una maniobra “de presión e intimidación política”.
A la par, la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro, bajo acusaciones —no sustentadas judicialmente— de liderar un supuesto “cártel de narcotráfico”. La Cancillería venezolana calificó la medida como una “provocación imperial y una ofensa a la soberanía nacional”.
En respuesta, los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) reiteraron su llamado a respetar la declaración de la región como “zona de paz”, firmada en 2014.
Maduro ha insistido en que Venezuela enfrenta “una guerra multiforme” dirigida desde Washington para provocar un cambio de régimen. Según el mandatario, esa estrategia busca el control de los recursos energéticos y naturales venezolanos, en especial el petróleo y el gas del Caribe.

Líderes regionales como Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua) y Gustavo Petro (Colombia) han expresado su rechazo a las acusaciones estadounidenses, asegurando que no existe evidencia alguna que respalde las imputaciones contra Caracas.
El mensaje del presidente venezolano refuerza la postura de unidad nacional ante la presión internacional, y se suma a la reciente advertencia de su gobierno sobre un presunto plan de “falsa bandera” preparado por la oposición extremista contra la Embajada de Estados Unidos en Caracas.
Maduro finalizó afirmando que, “Venezuela no se rinde y seguirá siendo libre, soberana y profundamente bolivariana.”