¿Premio Nobel?¿ ¿Por la Paz? ¿El Nobel como instrumento de guerra simbólica? Pues sí, esto y más responderemos de la enorme controversia que existe desde la entrega de un Premio al que yo denominaría: Genocidio.
El tema que rodea a María Corina Machado ha sido alarmante para el mundo entero. Sin embargo, muchas son preguntas, pero son pocas las respuestas. Y una vez más, todo este entramado será desvelado «En El Tintero».
Cuando el Comité Noruego del Nobel anunció que María Corina Machado (@MariaCorinaYA) recibiría el Premio Nobel de la Paz 2025, no se celebró la Paz, sino la narrativa de una guerra declarada. La premiación no honra a una pacifista, sino a una figura que ha pedido sanciones, intervención militar y que ha convertido la geopolítica en una estrategia de conquista del Poder. Y por qué no decirlo: Una estrategia que apoya el genocidio.
Conquistar la libertad: Semántica de la guerra
En su publicación en X, Machado agradeció el Premio con la frase: “Conquer our freedom” (Conquistar nuestra libertad).
Según el diccionario Merriam-Webster, “conquer” significa, en su primera acepción: “To bring under one’s control by force of arms”, es decir, someter algo al control propio mediante el uso de armas.
No es una metáfora inocente. Es una declaración de intenciones. Machado no ha abogado por la Paz. Lo que ha hecho es solicitar la aplicación de la doctrina R2P (Responsabilidad de Proteger), que implica el despliegue de tropas extranjeras en territorio nacional. Justo lo que quiere hacer en Venezuela.
En otras palabras ha pedido que se imponga «la Paz», a través de la guerra como quedó públicamente registrado en su carta dirigida en 2018 a Mauricio Macri (@mauriciomacri) quien Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
La práctica recurrente de la extrema derecha venezolana liderada por Machado de asistir a elecciones y al perderlas (llamar a la calle a sus seguidores para generar violencia y caos) es una demostración de su agenda política a través de la violencia, pero para los demás, ni ella ni su círculo cercano se exponen a las luchas callejeras.
Trump, el premio y la dedicatoria incómoda:
La premiación desató una diatriba en EE.UU., donde se esperaba que Donald Trump (@POTUS) fuera el galardonado por su rol en negociaciones internacionales. Steven Cheung, director de comunicaciones de Trump, afirmó: “El Comité Nobel demostró que anteponen la política a la paz”. Pero lo más revelador fue la rueda de prensa en la que Trump declaró: La persona que recibió el Premio Nobel llamó hoy, me llamó, y dijo: ‘Lo acepto en tu honor, porque tú realmente lo merecías’. Fue un gesto muy amable. No le dije: ‘Entonces dámelo’..
No mencionó a Machado por nombre. Lo que sí quedó claro es que ella lo llamó para dedicarle el Premio. ¿Qué clase de Líder dedica un galardón de Paz a quien ha amenazado con invadir su país? ¿Qué clase de independencia representa esa sumisión?
Financiación, alineación y premios por conveniencia
Machado ha recibido financiamiento de USAID, NED y la fundación Konrad-Adenauer, vinculada a la Unión Demócrata Cristiana Alemana. No es casualidad que el Comité Nobel esté compuesto por cinco miembros designados por partidos del parlamento noruego. No son expertos en resolución de conflictos ni defensores de víctimas de guerra. Son operadores políticos.
La historia lo confirma: Barack Obama recibió el Nobel mientras lideraba una administración que lanzó más de 100 mil bombas durante su mandato a Afganistán, Siria, Irak, Pakistán, Yemen y Somalia.
Petróleo, sangre y una paz de los sepulcros.
Este año, el Nobel de la Paz fue otorgado a una figura cuya “lucha por la paz” ha consistido en obtener financiamiento extranjero para hacerse del Poder político. Su incapacidad para lograrlo por medios propios la ha llevado a pedir que EE.UU. haga el trabajo sangriento: invadir a Venezuela, a cambio de la mayor reserva de petróleo del mundo y una dedicatoria de un premio despreciado e indigno.
La Paz, en este caso, no se construye. Se negocia. Se financia. Se bombardea.
Artículo de Opinión de @unleashdracarys
