El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes el inicio de una nueva operación defensiva en el oriente del país, en el marco del Plan Independencia 200, una estrategia militar activa desde septiembre con la que el Gobierno busca reforzar la defensa territorial ante lo que califica como “agresiones crecientes de Washington”.
“A las 00:00 horas del martes 14 de octubre se activará la Zona de Defensa Integral (ZODI) de Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro. Ya tienen la orden, la orden está dada”, expresó Maduro durante su programa Con Maduro+.
Maduro busca proteger las fronteras

El mandatario explicó que el objetivo es proteger “nuestros mares, el Atlántico venezolano y toda la fachada Caribe-Atlántico”, en referencia a la zona marítima más oriental del país, cercana a las rutas navales del Caribe y al área de reclamación del Esequibo.
El jefe de Estado afirmó que estos ejercicios forman parte de una serie continua de maniobras militares que abarcarán las 24 entidades federales, con la meta de perfeccionar las 27 tareas defensivas establecidas en el Plan Independencia 200, activado el 12 de septiembre.
“Y así iremos cada día, hasta que completemos por estado, por zona de defensa integral, todo lo que son las 27 tareas que se van perfeccionando en el terreno, para que Venezuela, en perfecta unión nacional, en perfecta fusión popular-militar-policial, esté preparada para seguir ganando la paz, ejerciendo su soberanía con independencia y ganando el derecho a la vida y a la alegría”, subrayó Maduro.
El anuncio ocurre en medio de una tensa coyuntura geopolítica, tras el despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe, supuestamente destinado a combatir el narcotráfico. Caracas ha denunciado que se trata de un acto de provocación y una amenaza directa a su soberanía.
En agosto, el Gobierno venezolano rechazó la decisión del Departamento de Justicia de EE.UU., encabezado por Pam Bondi, de duplicar la recompensa por información que condujera al arresto de Maduro, bajo acusaciones de liderar un “cártel de narcotráfico”, calificadas por Caracas como “falsas e infundadas”.
El Ejecutivo venezolano sostiene que el país enfrenta “una guerra multiforme”, impulsada desde Washington con el propósito de fomentar un “cambio de régimen”.

Desde septiembre, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha desplegado ejercicios de apresto militar en distintas regiones. El 17 de septiembre se ejecutó la “Operación Caribe 200” en la isla de La Orchila, a unos 160 kilómetros de Caracas, que incluyó demostraciones de defensa aérea y marítima, junto con la participación de milicianos y comandos especiales.
Organismos regionales como la CELAC y el ALBA han manifestado su preocupación por la creciente militarización en el Caribe y han reiterado su llamado a respetar la declaración de América Latina y el Caribe como “zona de paz”, adoptada en 2014.
Con la nueva maniobra anunciada, Maduro busca proyectar la capacidad de respuesta de Venezuela ante escenarios de amenaza externa, insistiendo en que su país “seguirá ganando la paz” mediante la unidad cívico-militar y la defensa de su soberanía.