El de este domingo será un evento único para la pequeña Isnotú, una localidad arropada por las montañas del estado Trujillo, en el occidente venezolano. De entre 20.000 a 25.000 feligreses verán cómo el Doctor José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles finalmente serán canonizados en el Vaticano. Isnotú es, de momento, la capital católica de Venezuela.
Luisa es andina de cepa, integra el cuerpo policial de Motatán, una localidad al noreste de Isnotú, “si no venía para reforzar la seguridad, venía a ver la canonización, porque no se da todos los días, pero Dios me mandó para estar en primera fila”, dice al esbozar una sonrisa que no necesita mayor descripción para saber el orgullo que transmite.
Con ella, 3.700 efectivos de seguridad de toda la entidad permanecerán durante no menos de dos semanas, hasta cuando hayan terminado las actividades religiosas. “Es algo esperado por todos los venezolanos”, dice a Extra News Mundo el gobernador Gerardo Márquez, pero no titubea en advertir que integrantes de la extrema derecha buscan atribuirse la actividad para fines políticos.
Aunque el gobernador no ha mencionado nombres, la opositora de extrema derecha, María Corina Machado, ganadora de un Nobel de Paz pero que se ha caracterizado por pedir agresiones a Venezuela, dejaba un mensaje en redes sociales un mes atrás, como es costumbre desde que adoptó una figura de supuesta clandestinidad, para que los seguidores de su debilitada oposición salieran “llenando todas las calles” de cara al evento canónico y en medio de las amenazas de agresión de Estados Unidos contra Venezuela apoyadas por Machado pero rechazadas, según encuestas, por 93% de la población, según encuestas.