El Presidente venezolano, Nicolás Maduro relató su emotivo encuentro con el Papa Francisco en 2013, destacando la amistad nacida alrededor de la causa de José Gregorio Hernández, santo de los pobres y símbolo de la fe y la ciencia unidas en servicio al pueblo. A través de cartas y gestos sinceros, se alcanzó una conexión espiritual profunda que hoy se refleja en la reciente santificación de José Gregorio y Carmen Rendiles, madre milagrosa y símbolo de la verdadera venezolanidad.



Este evento representa un faro de esperanza y unidad para el país, enfrentando a ataques xenofóbicos y divisiones internas, y refuerza el llamado a convertir el amor en acciones concretas por Venezuela. El Presidente exhorta a llenar los corazones de paz, patriotismo y amor, invitando a que la espiritualidad divina inspire a todos para construir un país mejor, solidario e invencible.


La historia personal del mandatario, marcada por la protección y milagros atribuidos a José Gregorio, se suma a la narrativa colectiva de millones de venezolanos que sienten ese lazo sagrado con sus santos, consolidando la fe como fuerza transformadora y motor del renacimiento nacional.
