Trinidad y Tobago se encuentra en alerta, luego de que la embajada de Estados Unidos emitió el sábado una advertencia a sus connacionales de tránsito por la nación insular.
“Debido al estado de alerta elevado, evite y absténgase de visitar todas las instalaciones del Gobierno de los Estados Unidos en Trinidad y Tobago durante el fin de semana festivo” advierte el comunicado. El aviso es aún más sospechoso dado que a causa del cierre del gobierno estadounidense, las sedes diplomáticas habían cesado sus comunicaciones y labor activa.
Este fin de semana Trinidad y Tobago, así como otras naciones de población de ascendencia hindú, celebran el Divali. La embajada no especifica amenazas, pero esta advertencia ocurre en el contexto de altas tensiones de Estados Unidos hacia Venezuela, acciones hostiles que cuentan con el respaldo de Trinidad y Tobago.
¿Trinidad y Tobago bajo amenaza?
Desde el 2 de septiembre, Estados Unidos ha realizado seis ataques cinéticos contra embarcaciones pequeñas en aguas regionales del Caribe, lo que ha resultado en la muerte de 29 personas, todo esto bajo el pretexto de combatir el narcotráfico en la región.
Estos ataques, justificados por Washington como respuestas ante “probados” narcotraficantes, emulan ejecuciones extrajudiciales en tanto se realizan sin evidencia tangible y violando los protocolos de detención en alta mar.
Caricom condenó estas acciones como ilegales y llamó a mantener la unidad del Caribe y su status como Zona de Paz. La única nación que no suscribió esta declaración fue Trinidad y Tobago.
La nación reiteró, en contraste, su apoyo a las actividades hostiles en aguas territoriales. El propio sábado, la primera ministra Kamla Persad Bissessar se reunió con oficiales militares y representantes diplomáticos de Estados Unidos en una residencia, para supuestamente celebrar el Divali.
«No, el aviso que ha visto es, de hecho, tras comunicarse con el Ministerio de Seguridad Nacional, el Gobierno de los Estados Unidos habría recibido amenazas contra los ciudadanos y las infraestructuras. Así que lo único que están haciendo es tomar medidas, poner en marcha medidas para proteger a sus ciudadanos y las infraestructuras», dijo el ministro de seguridad nacional, Roger Alexander.
La advertencia también instruye a los ciudadanos estadounidenses en Trinidad y Tobago a tomar medidas como evitar todas las instalaciones del Gobierno de los Estados Unidos en Trinidad y Tobago, estar atentos a su entorno, seguir las noticias de medios de comunicación fiables y denunciar cualquier actividad sospechosa a las autoridades locales.
Medios locales confirmaron que los trabajadores de la obra de construcción de la embajada estadounidense en la localidad de Maraval fueron enviados a casa “hasta nuevo aviso”.
“No creo que los estadounidenses tengan nada que temer en Trinidad. Esto es simplemente parte de la agenda de Trump para avivar el miedo y dar la impresión de que hay una crisis que hay que resolver, de modo que pueda utilizar todos los medios a su alcance para afirmar que está resolviendo esta crisis inventada. Es extraño”, afirmó el profesor Andy Knight.
Esta es una hipótesis del profesor Knight, aunque otras podrían ser las causas de esta advertencia. Por una parte, en sus ataques contra Venezuela, el gobierno de Trinidad y Tobago ha usado la estrategia de criminalizar la migración venezolana en su territorio.
También al debatir la llamada «ley de abuelos» que otorga nacionalidad a descendientes de trinitobaguenses, los diputados insinuaron que amparar a los descendientes de venezolanos con nacionalidad de Trinidad y Tobago, podría propiciar el surgimiento de células terroristas.
Guyana, otro aliado de Estados Unidos, ya ha fraguado falsos positivos en momentos de alta tensión como excusa para la presencia militar de Estados Unidos. En marzo, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, amenazó a la República Bolivariana con un despliegue naval alegando una supuesta incursión de un buque venezolano en aguas de la Zona Económica Exclusiva, que en realidad son aguas por delimitar de la Guayana Esequiba, zona en reclamación.
En mayo, Guyana reportó tres supuestos ataques desde el lado venezolano del río Cuyuní a días de las elecciones de gobernadores en la República Bolivariana. De igual manera, en agosto, horas antes de las elecciones presidenciales en la República Cooperativa, las fuerzas guyanesas reportaron un incidente similar. Este falso positivo derivó en el sobrevuelo de dos aviones militares estadounidenses sobre Georgetown, como demostración de fuerza y provocación.
