El mercado teme una crisis energética global
Las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra las dos mayores petroleras rusas —Rosneft y Lukoil— han provocado un salto inmediato en los precios del crudo, que superaron el 6 % en solo unas horas.
El barril de Brent, que se cotizaba a 61,32 USD, se disparó hasta 65,03 USD tras conocerse la noticia, según datos de Bloomberg.

El repunte del petróleo refleja el temor del mercado a una interrupción significativa en el suministro ruso, en un momento en que los analistas esperaban, por el contrario, un exceso de oferta global.
Rusia, segundo exportador mundial de petróleo, representa una parte clave del flujo energético hacia Asia y Europa; por tanto, cualquier sanción directa a sus gigantes energéticos altera el equilibrio de los mercados internacionales.
Reacciones destacadas

Donald Trump, quien anunció recientemente la cancelación de su cumbre con Vladimir Putin en Budapest, defendió la decisión de sancionar a las empresas rusas calificándola de “tremenda”, aunque matizó que espera “que no duren mucho” y que el conflicto en Ucrania “se resuelva pronto”.
Desde el Kremlin, Dmitri Peskov volvió a advertir que estas medidas son “un arma de doble filo” que también afectarán a las economías occidentales. “Cuanto más grave sea el paquete de sanciones, más fuerte será el culatazo en el hombro”, dijo, reiterando que Moscú solo aceptará negociar “con lógica y argumentos, no con presión o fuerza”.
Por su parte, el investigador del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), Thomas Graham, criticó la estrategia estadounidense:
“Si la Casa Blanca cree que estas restricciones alterarán de forma significativa la política rusa, se está engañando. Las sanciones actúan lentamente, y el Kremlin ha demostrado ser muy hábil para eludirlas”, afirmó.
Impacto global y económico

Las medidas, según expertos, podrían repercutir directamente en el precio de la gasolina y el gas en Europa y América Latina, además de provocar tensiones inflacionarias globales.
El temor a un nuevo shock energético por el petróleo recuerda al de 2022, cuando las sanciones iniciales tras la invasión de Ucrania llevaron el barril a superar los 120 USD.
El episodio también evidencia la fragilidad del equilibrio energético mundial, donde decisiones políticas —más que la oferta real— siguen determinando el pulso de los mercados.