Cuba amaneció bajo el impacto de uno de los huracanes más poderosos de los últimos años, mientras el país evalúa las severas consecuencias del paso del huracán Melissa, que cruzó la región oriental dejando a su paso inundaciones, derrumbes y extensos daños en la infraestructura eléctrica y vial.

El presidente Miguel Díaz-Canel encabezó este miércoles la primera reunión del Consejo de Defensa Nacional (CDN), transmitida en vivo por el programa Mesa Redonda, para analizar los efectos del fenómeno.
Acompañado por las máximas autoridades provinciales mediante videoconferencia, el mandatario explicó que aún no se ha declarado la fase de recuperación, ya que “el país sigue bajo la influencia del huracán”.
“No la podemos declarar mientras estemos sometidos a influencia [del ciclón], porque todavía puede haber marejadas fuertes en la zona norte del oriente, y esas marejadas pueden producir inundaciones. Hay un nivel alto de saturación de los suelos y sigue lloviendo”, enfatizó Díaz-Canel.
Melissa en Cuba: poder, velocidad y destrucción
Según el Instituto de Meteorología de Cuba, Melissa fue “un huracán muy poderoso”, con un desarrollo “rápido pero de trayectoria lenta”. El fenómeno penetró en territorio cubano alrededor de las 3:05 a.m. por el oriente del país y, en apenas seis horas, atravesó las provincias de Santiago de Cuba y Holguín, saliendo al mar por el municipio de Banes hacia las 9:00 a.m.
El presidente del Instituto, Celso Pazos Alberdi, informó que el huracán provocó vientos huracanados, lluvias torrenciales, olas de hasta seis metros e intensas inundaciones costeras.
En Santiago de Cuba, las imágenes muestran calles anegadas, techos destruidos, árboles caídos y zonas sin electricidad. En municipios como Palma Soriano, San Luis y Guamá se reportaron derrumbes parciales y totales de viviendas, además de daños en hoteles, instalaciones turísticas y un aeropuerto local.
Llamado a la disciplina y prevención

Díaz-Canel pidió a la población mantener la calma y acatar las medidas de seguridad de los Consejos de Defensa locales, advirtiendo que el retorno a las zonas evacuadas debe hacerse “de manera organizada y bajo supervisión”.
“Les pedimos evitar un regreso desordenado. La prioridad es proteger la vida y garantizar la seguridad antes de volver a los hogares”, subrayó el mandatario.

Las autoridades cubanas también confirmaron que los equipos de rescate y reparación eléctrica ya trabajan en las zonas afectadas, aunque el mal tiempo persiste.
Previo a su paso por Cuba, el huracán devastó gran parte de Jamaica y provocó afectaciones en otras islas del Caribe. Su impacto ha despertado un sentimiento de solidaridad regional, con varios países ofreciendo asistencia humanitaria inmediata.

