La portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Tess Ingram, advirtió este domingo que más de un millón de niños en Gaza todavía necesitan agua y alimentos, y que miles de niños se acuestan cada noche con hambre.
Si bien la funcionaria alude al cese al fuego como una «buena noticia», en el terreno de los hechos, no se cumple. Israel asesinó este fin de semana a más de cien palestinos.
Pese al Acuerdo de alto al fuego acordado entre Israel y el movimiento de resistencia palestina, Hamás, las fuerzas ocupantes siguen atacando al pueblo palestino. Desde la entrada en vigencia del cese, las autoridades han registrado 236 palestinos muertos, incluyendo varios niños, y otros 600 resultaron heridos.
«Las familias en Gaza siguen luchando a diario por sobrevivir, y la infraestructura que proporcionaba agua y atención médica a los niños ha sufrido graves daños, lo que dificulta enormemente el acceso a estos servicios básicos», acotó Ingram.
Ingram afirmó que la cantidad de ayuda humanitaria que ingresaba a la Franja tras el inicio del alto al fuego, el pasado 10 de octubre, seguía siendo insuficiente y recalcó que las cantidades recibidas aún estaban muy por debajo de los niveles que ingresaban antes de que comenzara la agresión israelí, en octubre de 2023.
La vocera añadió que miles de niños siguen acostándose con hambre, mientras que otros están en hospitales padeciendo enfermedades tratables, pero sin médicos y medicinas, sufren sin tratamiento.
En su reciente balance, las autoridades sanitarias informaron que aumentó a 68.865 la cifra de muertos, la mayoría mujeres y niños, mientras que subió a 170.670 la de heridos por la constante agresión israelí.

