El gobierno de China ha rechazado de manera categórica las acusaciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de que Beijing estaría llevando a cabo pruebas nucleares en secreto.
Durante una declaración oficial emitida este lunes, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, afirmó: “Rechazamos firmemente y oponemos de fondo tales acusaciones sin base”
La acusación de Trump, formulada recientemente en una entrevista, sostiene que China y Rusia habrían retomado ensayos nucleares que no son públicos, y que por ello Estados Unidos estaría obligado a reactivar pruebas para no quedarse atrás.
En respuesta, China reafirmó su adhesión a la moratoria sobre pruebas nucleares y su política declarada de “no primer uso” de armas nucleares, según la cual nunca será la primera que utilice armas atómicas.
El comunicado oficial señaló que el arsenal nuclear chino “tiene fines puramente defensivos” y que ese país mantiene “un desarrollo pacífico y un nivel mínimo necesario para la seguridad nacional”
China llama a la calma

Analistas señalan que la postura china busca tanto enviar un mensaje de tranquilidad a sus vecinos y la comunidad internacional como contrarrestar la narrativa de Washington, que busca justificar una posible reactivación de sus propios ensayos nucleares. Tal medida de EE.UU. podría marcar un nuevo capítulo en la competencia estratégica entre grandes potencias.
China también plantea preguntas sobre transparencia y confianza en el sistema internacional de control de armas. Aunque China asegura cumplir la moratoria de pruebas explosivas y ratificar tratados pertinentes.

La tensión diplomática se intensifica en un momento en que EE.UU. ha anunciado que ordenó al Pentágono “inmediatamente” retomar ciertos ensayos de armas nucleares, argumentando que otros países ya lo hacen en secreto.
China condenó implícitamente esa iniciativa y llamó a Washington a “tomar acciones prácticas para salvaguardar el régimen mundial de desarme y no proliferación nuclear y mantener el equilibrio estratégico global”.
China, manifestó su rechazo categóricamente ante las acusaciones de ensayos nucleares secretos y reafirmó su política de desarrollo pacífico y defensa mínima. El conflicto de relatos entre Washington y Beijing revela las crecientes fricciones en el ámbito de la seguridad estratégica mundial y abre interrogantes sobre el futuro del control de armas nucleares.

                                    