Las Fuerzas de Defensa de Israel ha comenzado a dejar explosivos entre los juguetes que alguna vez pertenecieron a los niños de la Franja de Gaza. Los artefactos se activan cuando son tomados nuevamente por los niños.

Yahya, y su gemela, Nabila, habían descubierto un objeto redondo y colorido cuando jugaban. Al tomarlo, estalló. “Era como un juguete”, contó un familiar. Los niños fueron trasladados de urgencia al hospital al-Shifa el anterior viernes y de acuerdo a fuentes médicas, su condición es extremadamente difícil.
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A diario, hospitales reciben pequeños cuerpos mutilados, miembros amputados y rostros desfigurados por la curiosidad e inocencia de la infancia. “acabábamos de regresar, fuimos desplazados y ahora sus vidas han sido arruinadas para siempre”, dijo el pariente de los pequeños.

Un médico de emergencia y pediatra británico que trabaja en uno el hospital dijo a The Associated Press que los gemelos tenían heridas que pueden costarles la vida, perdieron extremidades, Yahya tiene un intestino perforado y varias fracturas. Nabila se enfrenta a la más que segura pérdida de una pierna.
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Nueva faceta de exterminio de Israel
Para el director general de servicios médicos y sanitarios del enclave, Munir al-Barsh, a pesar de la frágil tregua, el sionismo implementa “una nueva faceta de la guerra de exterminio», porque “el ejército de la entidad sionista no solo dejó casas destruidas, sino también bombas de tiempo en manos de niños”.

Entre callejones y escombros de viviendas permanecen esparcidos restos de cohetes y proyectiles sin explotar, que parecen rescoldos de una misión asesina, sin embargo, el sionismo no ha terminado con su plan. “El osito de peluche se ha convertido en un instrumento de mutilación y desfiguración, y la pelota de colores en una trampa que roba toda una infancia”, publicó al Barsh en redes sociales.
Datos de la Organización de Naciones Unidas sugieren que limpiar Gaza de los explosivos sin detonar tomará, al menos 14 años de trabajo. “Sabemos que al menos 10% de las municiones que se disparan no funcionan”, aseguró el jefe del Servicio de Naciones Unidas de Actividades Relativas a las Minas, Pehr Lodhammar.

