El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), vinculado a Al Qaeda, anunció una nueva fase de la guerra, donde se atacaría a todos los convoyes que se dirijan hacia Bamako, capital de Malí, además, señalaron que otros de sus objetivos son los camiones cisterna que transportan combustible hacia las gasolineras.
Este bloqueo que JNIM inició en zonas fronterizas, desde hace varios meses ahora se ha estrechando constantemente sobre la capital produciéndose ya ataques a menos de 50 kilómetros de Bamako una cercanía consolidada más que en ningún otro momento del conflicto iniciado en 2012 se había producido.
Tras semanas de bloqueo, la falta de suministros es evidente en la capital, existiendo nerviosismo entre la población. Son escasas las estaciones de servicios que cuentan con combustibles, generando colas kilométricas para poder gozar del servicio, este asedio de JNIM hace que el movimiento Yihadista carezca del apoyo popular para poder gobernar de manera efectiva Malí, por lo que analistas creen que la vía de la negociación seria favorables para las partes.

Analistas informan que los Yihadistas pretenden asfixiar y debilitar a la Junta militar que gobierna el país. Según el especialista Bakary Sambe del Timbuktu Institute African Center for Peace Studies, el grupo JNIM “Quiere que el Gobierno colapse desde dentro. El grupo ha aprendido de fracasos pasados y ha optado por la asfixia gradual, una guerra de desgaste económico y político que deslegitima al régimen sin exponerse a una batalla convencional, que perdería”.
Yihad Económica
Para algunos medios occidentales esta nueva ofensiva de JNIM se podría considera como una “Yihad Económica”, por que bloquea todas las rutas de suministro a la capital maliense, se debe destacar que Malí es un país del África interior que carece de salidas al mar, por lo que la mayoría de sus suministros de bienes dependen del abastecimiento desde países costeros cercanos sobre todo del África Occidental, como Senegal, Guinea, Costa de Marfil y Mauritania.
Malí carece de producción propia de petróleo y todo el suministro es abastecido por camiones cisterna que se abastecen desde otros países, combinadó con escasas rutas seguras, permite que los asedios de grupos Yihadistas en varias localidades fronterizas hayan sido constantes, y se expanda rápidamente la capacidad del bloqueo de suministros.

Pero JNIM no solo golpea el abastecimiento de hidrocarburos también ataca la región de Kayes que es el corazón productor de oro de Mali y que representa el 80% de la producción total del mineral del pai ubicado en el Sahel africano, según ha señalado el especialista Bakary Sambe.
Además, el grupo Yihadista JNIM controla amplias zonas rurales de Malí, organismos internacionales como la ONU han condenado a este grupo islamista por el cobro de vacunas a los agricultores y ganaderos, como también por controlar el tráfico de drogas y la explotación de minas artesanales.

