Los familiares de Rishie Samaroo y Chad Joseph, pescadores trinitobaguenses de la comunidad de Las Cuevas asesinados en un ataque cinético de los Estados Unidos en aguas territoriales, reclaman respuestas sobre los hechos y dan un ultimátum al gobierno.
Los abogados que representan a los familiares de los pescadores Samaroo y Joseph solicitan información al Estado en relación con el incidente, lo que incluye detalles de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia Antidrogas (DEA). También demandan los detalles de la reunión que mantuvo la primera ministra Kamla Persad-Bissessar con el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio en septiembre.

En una carta de 17 páginas, el abogado Keron Ramkhalwhan, escribió a Persad-Bissesar, al comisario de policía Alistair Guevarro y al ministro de Asuntos Exteriores Sean Sobers, solicitando información sobre ocho puntos, entre ellos copias de todos los dictámenes jurídicos proporcionados a los tres familiares sobre los ataques militares en el Caribe; copias de todas las actas y/o registros de la reunión celebrada el 30 de septiembre entre el primer ministro y el secretario de Estado de los Estados Unidos; copias de todas las actas y/o registros de cualquier reunión celebrada entre Persad-Bissessar y Rubio.
También demandan copias de todos los informes recibidos del Gobierno de los Estados Unidos relativos a los ataques militares en el Caribe que comenzaron el 2 de septiembre; la ubicación/coordenadas (longitud y latitud) del ataque militar que tuvo lugar el 14 de octubre; los nombres de todas las personas fallecidas en los ataques militares; registros de si las personas asignadas a la CIA y la DEA están operando actualmente (realizando operaciones de recopilación de inteligencia o investigaciones criminales) en el país y bajo cuya autoridad.

El abogado dio a los funcionarios hasta el 4 de diciembre para responder a la solicitud, de conformidad con la sección 15 de la Ley de Libertad de la Información (FOIA) que exige una decisión en un plazo de 30 días a partir de la presentación.
Las Cuevas reclama por sus pescadores
Familiares de Chad Joseph fueron los primeros en acudir a los medios para reclamar respuestas sobre su pariente asesinado en alta mar por Estados Unidos. Joseph tenía 26 años.
Aunque se mantuvieron en silencio, el reclamo ahora incluye a la familia de Rishie Samaroo, quien tenía 41 años y era padre de tres. Ambos eran pescadores y según testimonios, regresaban de Venezuela cuando fueron alcanzados por un ataque cinético de Estados Unidos.
“¡Rishi lo era todo para nosotros! Siempre estaba ahí cuando lo necesitabas. Siempre dispuesto a ayudar. Cualquiera que conozca a Rishi diría lo mismo” afirmó a la prensa uno de sus familiares.
Los familiares de Samaroo y Joseph, pescadores artesanales, realizaron una denuncia de personas desaparecidas ante la policía el 1ro de noviembre, con el fin de que se inicie acción legal y se atienda a sus reclamos.

“Ha sido muy duro no saber qué le pasó realmente a nuestro hermano. Ha sido muy duro para nuestra madre. No puede comer ni dormir. Llora todo el tiempo… nuestras hermanas y nuestro hermano también” afirmó la familia y añadió “ya hemos dicho antes que Estados Unidos podría haber manejado esto de otra manera. Podrían haber detenido estos barcos y los habrían registrado. No se puede ir por ahí volando barcos y matando a personas inocentes”.
Presionar con la ley a un gobierno indiferente
“¿Qué pasa con las familias de estas personas? Nos han dejado con tantas preguntas sin respuesta” lamenta la familia de Samaroo.
Hasta el momento, el gobierno de la primera ministra Kamla Persad Bissessar no ha ofrecido respuestas ante los reclamos de las familias, sino que los desestima. Tampoco ha dado condolencias ante la desaparición y posible muerte de los dos pescadores.
Luego de la denuncia de los familiares, la actual administración del UNC inició una campaña de descrédito ante las súplicas de la familia afirmando que no había manifiesto de pasajeros donde constara que efectivamente ambos pescadores se encontraran en la nave o en alta mar.
También alimentaron la narrativa de que los fallecidos eran narcotraficantes, un elemento refutado por familiares y vecinos de Las Cuevas. El 30 de octubre, 16 días después del ataque que habría asesinado a los pescadores Joseph y Samaroo, el ministro de relaciones exteriores y caricom Sean Sobers confirmó que las autoridades obtuvieron las coordenadas de las operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe, que verifican que los ataques se produjeron en aguas internacionales, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Trinidad y Tobago.
Con esta afirmación, Sobers y el gobierno de Kamla Persad Bissessar se liberan de culpa ante el asesinato de sus dos connacionales.
Trinidad y Tobago con Estados Unidos: de espaldas a su pueblo
La comunidad costera de Las Cuevas, así como Icacos o Cedros, dependen del mar y la actividad pesquera en mayoría para su sustento.
Desde que Estados Unidos comenzó su asedio contra Venezuela en agosto, los pescadores de estas villas expresaron su preocupación, dada la cercanía geográfica con aguas de la República Bolivariana.

El ministro de defensa de Trinidad y Tobago, Wayne Sturge, ante estas inquietudes de los pescadores (en mayoría artesanales) expresó que quienes se aventuraran en alta mar “lo hacían por su cuenta”.
La propia Persad Bissessar, luego del anuncio del primer ataque contra una supuesta narcolancha, afirmó que Estados Unidos debía “matarlos a todos violentamente”.
Hasta el momento, desde el dos de septiembre, Estados Unidos ha conducido más de 15 ataques de este tipo, considerados ejecuciones extrajudiciales en tanto violan los protocolos de detención en alta mar, dejando más de 60 asesinados.

