Estados Unidos realiza sobrevuelos con drones militares entre Trinidad y Tobago y Venezuela, según investigación de periódico norteamericano
De acuerdo al periodista Riley Mellen, parte del equipo de Investigaciones visuales de New York Times, la investigación fue conducida triangulando testimonios en campo, muestras aportadas por radioescuchas aficionados y fotografías satelitales.
“A medida que empezamos a escuchar a esas transmisiones, un patrón que se convirtió bastante claro para nosotros, bastante pronto, es que los drones militares de ataque estadounidenses están volando muy cerca del espacio aéreo venezolano” afirma Mellen.
La investigación muestra cerca de 15 casos en los que se cree que al menos cuatro drones militares, presumiblemente MQ-9A «Reapers», han sobrevolado el espacio aéreo de Trinidad y Tobago sobre el territorio del país, acercándose en ocasiones a la frontera marítima que comparte con Venezuela. También incluye al menos dos casos en los que se detectaron drones volando al noroeste de Trinidad, frente a la costa del estado venezolano de Sucre.
Los drones militares MQ-9A son aeronaves pilotadas a distancia (RPA), que según la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se utilizan normalmente contra objetivos de ejecución dinámica y como “recurso de recopilación de inteligencia”, con un tiempo de permanencia de 27 horas continuas, sensores de amplio alcance, un conjunto de comunicaciones multimodo y armas de precisión.
“A veces, solo 5 a 10 millas de distancia. De hecho, durante tres días en octubre, en realidad escuchamos más de una docena de posiciones para cuatro drones estadounidenses separados que estaban a 10 millas del espacio aéreo venezolano”, afirma Melley.
Drones militares entre Trinidad y Tobago y Venezuela ¿Coincidencia?
Esta información periodística, se complementa con testimonios de pescadores trinitobaguenses que reportan avistamientos y escuchas de dornes militares en las zonas costeras.
“No estoy seguro de si se trata de drones, pero he visto algo parecido a un avión volando periódicamente. Volaba a lo largo de la costa. Ocurre por la noche, por lo que no podemos identificarlo para decir qué era. Lo volví a ver hace más de una semana, pero realmente no lo sigo de cerca. La gente no está segura de lo que está pasando, no llega información”, dijo un pescador de Icacos que prefirió permanecer en anonimato.
También Renaute Roberts, pescador de Las Cuevas, denunció el 25 de octubre ante la prensa la presencia de drones militares que sobrevuelan la locación en la noche.
«Eso da miedo. En cuanto ves un dron, te vas de allí» afirmó a la prensa internacional Roberts.
Icacos y Los Cedros son las comunidades pesqueras del suroeste de Trinidad más cercanas a Venezuela, a aproximadamente siete millas de la costa noreste de Venezuela. Dada esta proximidad, ambas orillas comparten parentesco, cultura y economía.
El 15 de octubre, un presunto dron militar estadounidense se encontraba a kilómetros de distancia del VOR y solicitó permiso para transitar, según el mapa presentado por el Times. En ese momento se encontraba a menos de 10 millas de la costa occidental de Trinidad, en el golfo de Paria. Ese mismo día, otro dron supuestamente sobrevoló directamente Longdenville.
El Times detectó otros drones militares a pocos kilómetros de Moruga, al sur, otros al norte de Puerto España, cerca de Bocas del Dragón, y en la costa este, frente a Mayaro.
Esta actividad de drones militares, coincide con advertencias por parte de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, así como otras autoridades hacia las comunidades pesqueras de no exceder límites marítimos para ejercer sus actividades.
“Ayer (viernes), alrededor de las 12 del mediodía, la Guardia Costera llamó a todos los barcos pesqueros y les dijo que entraran, que a dos millas de la costa iban a confiscar todos los barcos y detener a todas las personas para llevarlas a Staubles Bay. A dos millas de la costa no hay realmente pescado; tenemos que alejarnos dos millas de la costa”, dijo un pescador que pidió permanecer en el anonimato.
Este testimonio, se corresponde con el viernes 31 de octubre.
Precisamente en esa fecha, Trinidad y Tobago vivió una alerta por tres factores: se dispuso en alarma a cada una de las divisiones de las Fuerzas de Defensa de Trinidad y Tobago; una disrupción en los servicios de GPS y compras nerviosas por pánico en la población. Esta situación ocurrió a horas de la partida del USS Gravely, buque de guerra estadounidense que estuvo en Puerto España desde el 26 y hasta el 30 de octubre.
Por otra parte, esta investigación y testimonios apuntan a que este sobrevuelo con drones militares ocurrió a mediados de octubre, coincidiendo con la denuncia de habitantes de las Cuevas del asesinato en alta mar de dos pescadores locales: Chad Joseph y Richie Samaroo.
Ambos son parte de las cerca de 80 víctimas en más de 17 ejecuciones extrajudiciales que Estados Unidos conduce en aguas del Caribe desde el 2 de septiembre, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico en la región, en franca violación de los protocolos internacionales de detención en alta mar.
