El fin del TPS (Estatus de Protección Temporal) para los venezolanos es el más grande y abrupto en la historia de Estados Unidos, y deja grandes interrogantes: ¿qué pasará ahora con los cientos de miles que no pueden trabajar, estudiar, o tener estatus legal? ¿Cómo afecta esto a Estados Unidos? Y ¿quién negoció con la migración, de ida y vuelta?
En realidad la eliminación del TPS no presenta opción del día después:
Estados Unidos no tiene la capacidad de deportar de manera express a cientos de miles de personas: y si tampoco le da opción de quedarse, ¿qué queda para ellos?
Si una persona permanece ilegalmente en ese país es susceptible a caer en manos del ICE. Para evitarlo, o tener respaldo legal, los migrantes podrían recurrir a tribunales de migración, pero el sistema migratorio estadounidense tiene 3 millones de casos pendientes, la revisión de cientos de miles de nuevos expedientes sólo aumentaría los tiempos de espera y los costos judiciales para personas que no tienen fuentes válidas de ingreso.
Más allá del plano jurídico, la medida representa un golpe social y económico para comunidades que durante más de cuatro años se integraron al tejido productivo, fiscal y cultural de ciudades como Miami, Houston, Orlando o Nueva York.
Pero, ¿por qué el TPS era tan importante para los venezolanos? ¿Y qué condicionó su cierre?
El Estatus de Protección Temporal es un mecanismo humanitario establecido por el Congreso estadounidense mediante la Ley de Inmigración de 1990. Este permiso habilita a ciudadanos de países designados que ya se encuentran físicamente en Estados Unidos a residir y trabajar de forma temporal, sin temor a deportación.
Por su carácter provisional, el TPS no otorga estatus de residente permanente ni conduce a ciudadanía, sino que proporciona resguardo a los migrantes mientras persisten las condiciones extraordinarias en el país de origen.
En febrero la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, pidió poner fin al TPS para los venezolanos, argumentando que podían regresar a su país de origen porque las condiciones habían mejorado.
Y además dijo: «El programa TPS ha sido abusado y no tiene integridad en este momento. Las personas de Venezuela que han venido a este país son miembros del TDA».
¿De dónde surgió esta idea?
David Smolansky, jefe de la oficina de María Corina Machado en Washington, desde enero de 2025, intentó convencer a la administración Trump de que el grupo armado venezolano “Tren de Aragua” estaba controlado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, y que las bandas criminales, representaban una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos, según reveló una investigación de Reuters.
Inmediatamente después, Trump comenzó a decir que Venezuela inundó su país con presos y enfermos mentales. ¿de dónde habrá surgido esta idea?
Incluso César Miguel Rondón, opositor y golpista, opina que «alimentar ese discurso de que Maduro es el jefe del Tren de Aragua y que ha enviado al Tren de Aragua a invadir Estados Unidos solo ha servido para que el venezolano que vive en Estados Unidos termine estigmatizado».
Machado permanece en silencio cuando Trump eliminó las protecciones migratorias para cientos de miles de personas.
Pero eso no es todo, aún viendo lo que ha sucedido con sus connacionales en Estados Unidos, Machado pide lo mismo para los venezolanos migrantes en el resto de los países.
En una entrevista con la televisión chilena, Machado afirmó: «Yo le pediría al gobierno chileno lo mismo que han hecho con el Tren de Aragua y sus declaraciones públicas al respecto, que han sido firmes e inequívocas».
Y esas deportaciones, ¿acaso no son contraproducentes para los mismos países?
Fin del TPS: ¿qué impacto tiene en Estados Unidos?
La Coalición Americana de Inmigración Empresarial estima que los titulares de TPS, de cuyo grupo los venezolanos son mayoría, aportan 31,000 millones de dólares a la economía de Estados Unidos a través de salarios y poder adquisitivo.
Los negocios en Doral, conocido como «Doralzuela» por su alta concentración de venezolanos, están enfrentando una notable crisis tras la prohibición del TPS para los venezolanos.
Muchos comercios reportan disminución en clientes y actividad económica, con locales que ahora lucen vacíos. Además, ha habido despidos debido a que muchos empleados venezolanos han perdido o no han podido renovar su permiso de trabajo.
Esta situación también se refleja en el mercado inmobiliario local, donde se observa un aumento de viviendas vacías y una caída en los precios de alquileres, algo sin precedentes en años.
La incertidumbre y temor a la deportación está afectando la vida cotidiana y la economía de la ciudad enteramente, incluyendo los más vulnerables. Este año escolar se reportaron 14 mil estudiantes que no regresaron a las escuelas públicas de Miami-Dade.
En los carteles, los venezolanos en protesta dicen: “Trump traicionó a los venezolanos”.

¿Sabrán los venezolanos quién incentivó esto?

