Venezuela denunció en la COP30 que los países desarrollados siguen eludiendo sus compromisos de financiamiento climático, lo que impide avanzar en la mitigación y adaptación al cambio climático.
El ministro para el Ecosocialismo, Ricardo Molina, advirtió que las potencias “ni siquiera desean conversar sobre el tema”, dejando fuera de la agenda la ayuda a los países más vulnerables. “Eso es grave, porque compromete el futuro de toda la humanidad”, afirmó.
Molina sostuvo que la cumbre de Belém debe generar acuerdos más sinceros y ambiciosos, basados en justicia ambiental, transferencia tecnológica y medios reales de implementación.
A diez años del Acuerdo de París, cuestionó que persista “un modelo capitalista depredador” que prioriza el lucro sobre el bienestar de los pueblos. Recordó que América Latina y el Caribe están entre las regiones más afectadas por sequías, pérdida de biodiversidad y crisis alimentaria.

