La exgeneral de cuatro estrellas del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, dejó entrever la desproporción del despliegue militar estadounidense en el Caribe, en el marco de operaciones que Washington presenta como lucha contra el narcotráfico.
En declaraciones recientes, Richardson detalló que la llegada del portaaviones USS Gerald Ford —acompañado de destructores, aeronaves y escuadrones adicionales— se suma a una ya significativa presencia militar en la región, incluyendo aviones F-35 en Puerto Rico, grupos anfibios y unidades expedicionarias de marines. “El USS Gerald Ford simplemente añade más capacidad”, admitió, evidenciando que la magnitud del operativo excede cualquier necesidad real de combate contra el narcotráfico.
Sobre las fuerzas venezolanas, la general retirara reconoció que, aunque cuentan con sistemas más antiguos y limitada modernización —unos 20 cazas rusos y vehículos blindados— poseen un sistema de defensa aérea en capas actualizado para proteger la soberanía interna del país.
Richardson subrayó que esta capacidad defensiva demuestra que “realmente no podrían con ellos”, dejando en claro que el verdadero objetivo de EE.UU. es garantizar su influencia en el hemisferio y presionar al gobierno legítimo de Venezuela, no combatir el narcotráfico.

