El exenviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, afirmó en un foro del Atlantic Council que la meta central de la administración del presidente Donald Trump sigue siendo lograr la salida de Nicolás Maduro del poder.
Según Abrams, la política hacia Caracas no puede presentarse como concluida mientras el mandatario venezolano permanezca en Miraflores, insistiendo en que “será una misión cumplida cuando Maduro se vaya”.
El exdiplomático, figura clave en el primer mandato de Trump durante la ofensiva para intentar un cambio de gobierno en Venezuela, sostuvo que Washington debe “hacer más” si pretende alcanzar ese objetivo, al considerar que entre ambas administraciones “solo puede ganar uno”.
Las declaraciones se produjeron pocos días después del arribo al Caribe del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la Armada estadounidense, que se integró a un amplio despliegue de destructores, buques anfibios y aeronaves que Estados Unidos mantiene frente a las costas venezolanas desde mediados de año.
La exgeneral de cuatro estrellas del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, también estuvo en el encuentro y dejó entrever la desproporción del despliegue militar estadounidense en el Caribe, dejando en claro que el verdadero objetivo de EE.UU. es garantizar su influencia en el hemisferio y presionar al gobierno legítimo de Venezuela, no combatir el narcotráfico.

