El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas ha dado luz verde al controvertido plan impulsado por Estados Unidos para desplegar una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) en la Franja de Gaza, marcando un nuevo capítulo en la intervención geopolítica en el conflicto palestino.
La medida forma parte del plan de paz de 20 puntos del presidente Donald Trump y ha sido aprobada con el respaldo de varios países árabes, mientras que Rusia y China optaron por la abstención.
La resolución autoriza a la ISF a operar hasta diciembre de 2027, con un mandato amplio para asegurar las fronteras, proteger civiles, desarmar grupos armados no estatales como Hamás y entrenar una nueva policía palestina. Además, se prevé la creación de un “Consejo de Paz” transitorio, que según el texto estaría presidido por Trump, como parte de una administración provisional para Gaza.
La propuesta aprobada ha sido criticada por Rusia y China, que denuncian una falta de claridad sobre el papel de la Autoridad Palestina y cuestionan la creación del Consejo de Paz. Por su parte Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Qatar han pedido más definiciones sobre el mandato y su estructura antes de comprometer tropas.
Hamás rechazó el plan como un intento de imposición internacional sobre Gaza, denunciando que la fuerza serviría para desarmar la resistencia y socavar la soberanía palestina.

