El Reino Unido anunció que ha finalizado la revisión de su plan para enviar tropas a Ucrania como parte de la llamada coalición de voluntarios, una iniciativa encabezada por Londres y París para garantizar la estabilidad en territorio ucraniano una vez termine el conflicto con Rusia.
Según confirmó el secretario de Defensa británico, John Healey, los jefes militares ya han determinado qué unidades serían desplegadas, cómo operarían y dónde se ubicarían sus cuarteles.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido, de acuerdo con información difundida por Bloomberg, completó misiones de reconocimiento en territorio ucraniano para evaluar condiciones, rutas, infraestructura y necesidades operativas antes de realizar el despliegue. Healey explicó que estos preparativos permitirán que el Reino Unido actúe con rapidez cuando se alcance un acuerdo de paz entre Kiev y Moscú.
“Hemos realizado reconocimientos previos en Ucrania, así que sabemos qué unidades usaríamos, cómo las desplegaríamos y qué funciones desempeñarían”, declaró el ministro. Añadió que el plan será armonizado con el resto de los países que integran la coalición, y que los detalles finales dependerán de los términos concretos de cualquier acuerdo de paz.
El Reino Unido planea invertir

El Reino Unido anticipa una inversión inicial de más de 100 millones de libras esterlinas, destinados a cubrir los costos logísticos, operativos y de instalación de sus fuerzas en territorio ucraniano. Healey afirmó que la intención es garantizar una presencia militar capaz de asegurar la estabilidad:
“Estos planes significan que cuando haya paz, estaremos preparados”, señaló. También confirmó que la iniciativa contempla la posibilidad de enviar tropas británicas directamente a Ucrania “para garantizar esa paz a largo plazo”.

Mientras tanto, Estados Unidos continúa impulsando su propuesta de resolución del conflicto. Axios reveló detalles del plan de paz presentado por funcionarios estadounidenses a Kiev durante reuniones recientes.
Según el medio, Washington estaría abierto a modificar su propuesta, aunque tanto Ucrania como varios países europeos afirman no haber participado en su elaboración. Diplomáticos europeos han expresado dudas sobre la viabilidad de un acuerdo en las condiciones actuales.
Moscú reacciona firme no está dispuesto a permitir que Londres torpedee el proceso

En Moscú, la postura es clara y firme. El Gobierno ruso reiteró que no aceptará la presencia de contingentes occidentales en Ucrania bajo ninguna condición. El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que, si la expansión de la OTAN ha sido identificada incluso por Washington como una de las causas fundamentales de la guerra, la presencia de tropas de países aliados en Ucrania sería vista como “la misma amenaza”, independientemente del formato o la bandera bajo la cual actúen.
Lavrov también acusó a la coalición liderada por Reino Unido y Francia de tener objetivos ocultos. Según el canciller, la actividad de este grupo estaría orientada a socavar los avances diplomáticos logrados tras la cumbre entre Vladímir Putin y Donald Trump en Alaska, donde ambas partes discutieron una hoja de ruta preliminar hacia la desescalada.
Por ahora, el despliegue británico no se concretará hasta que exista un acuerdo formal de paz. No obstante, la actualización de los planes militares evidencia que Londres busca posicionarse como actor clave en la fase posterior al conflicto y en la arquitectura de seguridad europea que surja de su resolución.

