Israel anunció esta noche el asesinato de Haitham Ali Tabatabaei, máximo comandante y número dos de Hezbolá, en un suburbio de Beirut, y el partido confirmó la noticia en un comunicado.
Israel ha estado perpetrando asesinatos y ataques en el Líbano a diario durante casi un año desde el alto el fuego con Hezbolá, pero el asesinato de hoy es el más importante de su tipo y demuestra que un alto el fuego unilateral carece fundamentalmente de sentido y prácticamente carece de sentido como compromiso bilateral.
La realidad es que, a pesar de las devastadoras guerras y ataques en varios frentes durante los últimos dos años, Israel cree que la labor no ha terminado en ninguno de los frentes, desde Gaza hasta Teherán e incluso Siria, y continúa la guerra en todos ellos con distinta intensidad, debilidad y formas. En este sentido, conviene mencionar que la reanudación de la guerra con Irán también es cuestión de tiempo, y probablemente ocurrirá tarde o temprano.
Pero en cuanto a los acontecimientos en el frente norte de Israel tras el ataque de hoy en las afueras de Beirut, todo depende de la reacción de Hezbolá: si continúa con su política de inacción del último año o si decide responder esta vez por urgencia y necesidad.
Por supuesto, en primer lugar, cabe decir que la inacción de Hezbolá este año se ha centrado en un enfoque y una política, y a pesar de los graves y extensos daños que ha sufrido, no se debe, contrariamente a algunos análisis, a que ya no tenga capacidad militar, ni siquiera para disparar algunos misiles y drones.
Por ahora, la declaración de Hezbolá no implica una amenaza de respuesta. El asesinato de Tabatabaei se produjo mientras, según fuentes, en las últimas semanas han aumentado las peticiones dentro del cuerpo y la rama militar para responder a los ataques israelíes.
Pero la realidad es que Hezbolá se enfrenta a una decisión muy difícil: responder o no, y cada decisión tiene sus propias consecuencias. Si no reacciona y la ecuación continúa, Israel no será derrotado con esta mano y mando hasta el asesinato de su último miembro, y consentir en esta situación no tiene más sentido que aceptar voluntariamente un destino amargo.
Pero si responde a los ataques, sin duda comenzará otra guerra devastadora, y esta vez dicha guerra tendrá una conexión interna dentro del propio Líbano contra Hezbolá. En otras palabras, Israel hará todo lo posible por repetir la experiencia de destrucción desenfrenada en Gaza, en el sur del Líbano y en los suburbios de Beirut, y muy probablemente atacará objetivos de infraestructura en otras partes del Líbano para aumentar la presión interna sobre Hezbolá.
Esta situación podría incluso poner a Hezbolá frente a ataques internos de fuerzas opuestas. En otras palabras, esta vez se verá obligado a luchar en dos frentes. En este sentido, la situación de Hezbolá es diferente a la de Hamás en Gaza.
Sin embargo, no es improbable que Hezbolá, tarde o temprano, se vea obligado a optar por la primera opción y responder a los ataques israelíes. Por supuesto, existe la posibilidad de que el propio Israel quiera iniciar una guerra devastadora sin el pretexto de la respuesta de Hezbolá, en cuyo caso Hezbolá no tendrá más opción que entrar en ella.
Por Seyed Mohammad Javad Husseini, Analista iraní para ExtraNews Mundo


