El Gobierno de Venezuela revocó este miércoles la concesión de operaciones a seis aerolíneas internacionales, como medida soberana después de que éstas se sumaran a “las acciones de terrorismo” promovidas por Estados Unidos y decidieran suspender sus vuelos hacia y desde territorio venezolano. La medida, anunciada por el Ministerio de Transporte, afecta a Iberia, TAP Portugal, Avianca, LATAM Airlines Colombia, Turkish Airlines y GOL Linhas Aéreas.
La noticia fue publicada en la Gaceta Oficial Nro. 43264 de la República Bolivariana de Venezuela.
Estas compañías interrumpieron “unilateralmente sus operaciones aerocomerciales hacia y desde la República Bolivariana de Venezuela”, justificándose en un aviso “emitido por una Autoridad Aeronáutica sin competencia en la FIR Maiquetía”.
La referencia apunta a la alerta emitida la semana pasada por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), en la que se advertía sobre un “riesgo potencial a cualquier altitud” para los vuelos en la región.
La FAA recomendó a los operadores estadounidenses actuar con extrema precaución debido al “empeoramiento de la situación de seguridad y al aumento de la actividad militar de EE.UU cerca de Venezuela y sus alrededores”, en un contexto de creciente agresión contra el país suramericano.
Las autoridades venezolanas denunciaron la alerta como parte de un plan mayor de Washington para debilitar la economía del país. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, afirmó que la intención era generar temor entre las aerolíneas y afectar el tráfico aéreo en época decembrina.

“El señor de la guerra, Marco Rubio, alias «Little Marco», le ordenó a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos que emitiera una alerta internacional para etiquetar el espacio aéreo venezolano como una zona de posible combate aéreo con el objetivo de generar terror en las aerolíneas internacionales, afectar el turismo, asfixiar la economía del país”, sostuvo. También señaló que esta medida perjudica a los ciudadanos “quienes se movilizan masivamente por vía aérea en esta fecha”.
Venezuela es víctima de agresiones

Las agresiones se producen mientras Estados Unidos mantiene, desde agosto, un despliegue militar significativo en aguas del mar Caribe, bajo el argumento de operaciones antidrogas. En el marco de la denominada operación Lanza del Sur, Washington asegura perseguir a “narcoterroristas” y proteger a su población de las drogas que “están matando” a sus ciudadanos.
Sin embargo, Venezuela denuncia que se trata de una “amenaza directa” y acusa a EE.UU. de realizar bombardeos que han causado decenas de muertes sin pruebas concluyentes de vínculos con el narcotráfico.
El presidente Nicolás Maduro insiste en que estas acciones forman parte de una campaña internacional destinada a “justificar cualquier cosa” contra el país. Señala que Washington busca un “cambio de régimen” para apropiarse de las riquezas petroleras y gasísticas nacionales.
En su cuenta de Telegram recordó que Venezuela enfrenta desde hace 17 semanas una “agresión imperialista” y una “guerra psicológica”, aunque celebró que el pueblo ha logrado construir “un poder de la conciencia”, “de la voluntad” y “un inmenso poder político, social y militar”.

En el plano internacional, diversas voces han cuestionado el enfoque estadounidense. La ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no constituye una ruta principal del narcotráfico hacia EE.UU., dado que más del 80 % de los cargamentos transitan por el Pacífico.
Gobiernos como los de Rusia, México, Brasil y Colombia han condenado las acciones militares y los bombardeos, mientras expertos califican los ataques como “ejecuciones sumarias” contrarias al derecho internacional.

