El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó este domingo que las negociaciones celebradas en Florida con la delegación ucraniana fueron “productivas”, aunque subrayó que aún queda un tramo importante por recorrer para consolidar un acuerdo de paz duradero.
La reunión, que se extendió por cuatro horas, forma parte de la serie de contactos impulsados por la administración de Donald Trump para acelerar un eventual plan de paz entre Kiev y Moscú. Rubio destacó que las conversaciones no se limitan al cese de hostilidades, sino que abarcan la estabilidad futura del país.
“No se trata solo de los términos que ponen fin a los combates. También se trata de los términos que garanticen la prosperidad a largo plazo de Ucrania… Creo que hoy avanzamos en ese sentido, pero queda más trabajo por hacer”, declaró Rubio al cierre del encuentro.
El secretario de Estado hizo énfasis en que el proceso es complejo y requiere la participación de todas las partes involucradas. “Hay muchos elementos en movimiento y, obviamente, hay otra parte involucrada que tendrá que formar parte de la ecuación, y eso continuará más tarde esta semana, cuando el señor Witkoff viaje a Moscú”, afirmó, en referencia al enviado especial del presidente estadounidense.
La administración Trump ha acelerado sus esfuerzos diplomáticos en los últimos meses, en medio de tensiones internas en Washington sobre el rol de Estados Unidos en el conflicto y tras la creciente presión para lograr resultados tangibles en el terreno político y militar.
Cambios en la delegación ucraniana
La delegación de Kiev acudió a Florida con una composición distinta a la que había negociado anteriormente. El alto funcionario Andréi Yermak, quien lideraba el grupo negociador, fue destituido recientemente en medio de un escándalo de corrupción que sacudió la estructura interna del Gobierno ucraniano. En su lugar, el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, Rustem Umérov, asumió la dirección del equipo negociador.
La destitución de Yermak coincidió con declaraciones de Trump que generaron fuertes repercusiones. El presidente estadounidense afirmó días atrás que “Ucrania tiene serios problemas”, al referirse al megaescándalo de corrupción que ha golpeado a altos cargos de Kiev. Para algunos analistas, esta reconfiguración podría influir en el tono y las prioridades de las negociaciones.
El rol de Rubio
Además de Rubio y Steven Witkoff, encargado de la misión especial en Moscú, en la reunión también participó Jared Kushner, yerno de Donald Trump y figura clave en varios procesos diplomáticos impulsados por la administración republicana.
Washington insiste en que su objetivo es facilitar un acuerdo que permita no solo detener el conflicto, sino también establecer las bases para una recuperación sostenible de Ucrania. No obstante, funcionarios cercanos al proceso reconocen que las diferencias entre Kiev y Moscú siguen siendo significativas.
Mientras el enviado especial se prepara para viajar a Rusia esta semana, las expectativas aumentan en torno a lo que podría ser el primer acercamiento real entre ambas partes desde la intensificación de las hostilidades. Rubio, por su parte, insistió en que Estados Unidos continuará desempeñando un papel central en la búsqueda de un marco que garantice estabilidad, seguridad y desarrollo a largo plazo para Ucrania.
