El partido gobernante de Santa Lucía, el Partido Laborista (SLP) mantuvo su mayoría legislativa el lunes, lo que sitúa al actual primer ministro Phillip J. Pierre en camino hacia la reelección tras una campaña centrada en la gestión económica, la seguridad ciudadana y la venta de pasaportes.
Poco después de las 10 p. m., los resultados oficiales de las elecciones mostraron que el partido socialdemócrata SLP ganó al menos 13 escaños en la Asamblea Legislativa de 17 escaños de la pequeña isla caribeña, igualando su mayoría actual con dos escaños aún por asignar.
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Los resultados mostraron que Pierre obtuvo el 57,1 % de los votos populares frente al 37,3 % del líder conservador de la oposición, Allen Chastanet.
Santa Lucía, dos campañas
Durante su periodo de campaña, Pierre abogó por la estabilidad y una gestión económica prudente, el cumplimiento de las promesas electorales, como el pago de los atrasos salariales a los funcionarios públicos.
En el caso de la oposición, su postura planteaba que el país necesitaba «volver a la senda correcta», aunque nunca se brindó un programa de gobierno específico en este sentido.
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Otro punto de la campaña fue el programa de ciudadanía que ofrece la nación caribeña, conocido como CBI. Este impone como requisito una donación al Fondo Económico Nacional o una inversión en bienes inmuebles aprobados.
El programa CBI, lanzado en 2015, exige a los solicitantes que cumplan una serie de criterios de elegibilidad, como tener al menos 18 años, no tener antecedentes penales y superar un examen médico.
Los programas CBI son una importante fuente de ingresos fiscales para varias pequeñas naciones insulares del Caribe Oriental, pero esta política ha generado tensiones con el Gobierno de Estados Unidos, que afirma que estos programas pueden ser explotados por «actores malintencionados» de China o Irán.
Sin embargo, este año Washington propuso su propio programa de visados «gold card» para agilizar el proceso de inmigración de actores económicos fuertes. Estados Unidos instrumentaliza así el derecho a la migración, al implementar también políticas de expulsión masiva de migrantes.
También, en torno a la seguridad ciudadana, la oposición prometió más colaboración con Estados Unidos, alegando que las políticas de Pierre en ese sentido habían propiciado un incremento de la inseguridad en la nación.
Santa Lucía en el escenario geopolítico del Caribe
Las elecciones de Santa Lucía siguen a las celebradas el jueves en la vecina San Vicente y las Granadinas, donde la oposición logró la mayoría de escaños, derrocando a Ralph Gonsalves, que había sido primer ministro durante 24 años.
También se producen en un momento en que Estados Unidos intensifica su presencia militar en el Caribe, con el objetivo declarado de frenar el tráfico de drogas en torno a Venezuela. Las autoridades de la República Dominicana y Trinidad y Tobago han permitido a los buques estadounidenses atracar en su territorio.
Precisamente, una de los slogans de la campaña fue «Amarillo es el color» para dar continuidad simbólica a las victorias de partidos de derecha en el Caribe, como es el caso de Trinidad y Tobago; y San Vicente y las Granadinas.
Santa Lucía es un actor clave en la geopolítica caribeña. Miembro de la CELAC y del ALBA TCP, ha mantenido una relación cordial y de cooperación con otros países miembros, entre ellos, Venezuela. Este es un aspecto fundamental en el contexto de tensión por los ataques de Estados Unidos contra la República Bolivariana.
Por otra parte, sostiene la presidencia pro tempore del Mecanismo de Seguridad Regional (RSS) una alianza militar de varios gobiernos de la región.
