El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó este miércoles un mensaje contundente ante las recientes declaraciones del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien insinuó que cualquier país que produzca o trafique droga hacia EE.UU. “está sujeto a ataques”, mencionando explícitamente a Colombia.
Durante la inauguración de un centro educativo en El Tarra, en la región del Catatumbo, Petro planteó un escenario preocupante al referirse al clima internacional: “Estamos ante circunstancias que atemorizan, esa es la verdad, frases de presidentes que hablan de invasiones, de misiles”, dijo al inicio de su intervención.
Sin mencionar directamente a Trump, el presidente colombiano afirmó que en el panorama global se observa “un abandono completo de lo que podría ser el diálogo y una retoma de lo que es la barbarie como relación entre los seres humanos”, una “barbarie” que —recalcó— solo puede traer más muerte.
Petro fue más explícito al advertir: “Estamos en cierta forma bajo amenaza y tenemos que quitarnos esas amenazas de encima”. Sus palabras resonaron en una zona marcada históricamente por el conflicto armado y operativos militares.
En ese contexto, reiteró su llamado al ELN para avanzar hacia un cese definitivo de hostilidades. “Dejando las armas, la amenaza”, expresó, advirtiendo que la coyuntura internacional exige desactivar todos los focos de violencia internos.
Más adelante, ante una multitud que lo aplaudía, Petro señaló:
“¿Bombazos? ¿Misiles ahora? ¿Gente que nos insulta? ¿Gente que nos humilla? ¡No! Colombia tiene que ser grande, pararse sobre los dos pies… un pueblo que no se arrodilla ante nadie”.
Trump endurece su mensaje contra Petro

El martes, desde la Casa Blanca, Donald Trump insinuó que Colombia podría ser incorporada en las operaciones terrestres antidrogas que su administración amenaza con ejecutar en Venezuela.
“He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. […] Cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela”, afirmó.
Estas palabras se suman al creciente clima de tensión generado por la política estadounidense denominada ‘Lanza del Sur’, mediante la cual Washington ha desplegado fuerzas navales frente a Venezuela, con el argumento de combatir el narcotráfico.
Una ofensiva ampliamente cuestionada

Diversas organizaciones y gobiernos han criticado la campaña militar estadounidense, que incluye bombardeos a embarcaciones sospechosas de tráfico, con más de 70 muertos reportados y sin evidencia de que las víctimas estuvieran vinculadas al narcotráfico.
Además, EE.UU. ha reforzado acusaciones contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, duplicando la recompensa por su captura, pese a la falta de pruebas. Caracas sostiene que se trata de un intento de promover un “cambio de régimen” para apropiarse de los recursos energéticos de Venezuela.
Datos de la ONU y de la DEA contradicen la narrativa de Washington, indicando que más del 80 % de la droga hacia EE.UU. usa la ruta del Pacífico, no la venezolana.
Rusia, México, Brasil y el propio Gobierno colombiano han condenado las acciones estadounidenses, mientras expertos legales califican los operativos como “ejecuciones sumarias” y violaciones del derecho internacional.

