El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, lanzó este jueves una advertencia contundente a la Unión Europea tras la aprobación preliminar de un posible “préstamo de reparación” para Ucrania que contempla la incautación de activos rusos congelados.
A través de su canal en la red social Max, Medvédev señaló que si la UE avanza en ese plan, Rusia podría interpretarlo como una amenaza directa.
“Si la Unión Europea enloquecida intenta robar activos rusos congelados en Bélgica mediante la emisión de un supuesto préstamo de reparación, estas acciones podrían clasificarse, según el derecho internacional, como un tipo especial de ‘casus belli’, con todas las consecuencias consiguientes para Bruselas y los países de la Unión Europea”, afirmó Medvédev.

Medvédev subrayó que la devolución de los fondos no se produciría mediante procesos legales, sino “mediante reparaciones reales pagadas en especie por los enemigos derrotados de Rusia”, una frase que intensifica aún más el tono de confrontación entre Moscú y Bruselas.
Medvédev se refiere a la decisión de la Comisión Europea

El día anterior, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que el organismo había aprobado un posible préstamo de reparación para Ucrania, basado en la utilización de los activos rusos congelados. El monto involucrado asciende a 90.000 millones de euros —más de 105.000 millones de dólares—.
Von der Leyen justificó la medida indicando que permitirá “que Ucrania cuente con los medios para defenderse y avanzar en las negociaciones de paz desde una posición de fuerza”. También afirmó que el plan está dirigido a cubrir las necesidades financieras de Kiev durante los próximos dos años, apoyar su presupuesto estatal, fortalecer su industria de defensa e integrarla en la base industrial militar europea.
Un debate que divide a Europa

Desde 2022, EE.UU., la UE, Reino Unido y otros países occidentales mantienen congelados más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos. De ellos, alrededor de 209.200 millones de euros (242.800 millones de dólares) se encuentran en la Unión Europea, resguardados principalmente en la depositaria belga Euroclear.
La CE había planteado en septiembre conceder a Ucrania un “préstamo de reparación” de 140.000 millones de euros, financiado por esos activos. Sin embargo, la iniciativa quedó en suspenso debido a la fuerte oposición de Bélgica, que se negó a asumir los riesgos legales y financieros de una confiscación que podría afectar directamente a la Eurozona.
De acuerdo con la propuesta, Ucrania devolvería el crédito una vez que Rusia pagara las reparaciones por el conflicto, una condición que Moscú rechaza tajantemente.
La postura de Moscú y las advertencias de Putin

Rusia ha calificado reiteradamente la congelación de sus activos como una violación del derecho internacional y ha denunciado que la iniciativa europea constituye un “robo”.
El presidente Vladímir Putin advirtió la semana pasada que el país prepara un paquete de represalias. “El Gobierno ruso, siguiendo mis instrucciones, está desarrollando un paquete de medidas de represalia en caso de que esto ocurra”, afirmó. Subrayó además que todos reconocen que la incautación sería “un robo de propiedad ajena”.
Putin alertó que la confiscación tendría “consecuencias negativas para el sistema financiero mundial”, ya que destruiría la confianza internacional en la Eurozona, que —según dijo— “se desplomará” si sigue adelante esta medida sin precedentes.
La tensión entre Moscú y Bruselas, ya elevada desde 2022, entra así en una fase aún más delicada, donde las consecuencias económicas, diplomáticas y legales podrían escalar a niveles sin precedentes.

