El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, lanzó este lunes una dura advertencia a Estados Unidos, al asegurar que Washington no podrá apropiarse de los recursos energéticos del país sudamericano pese a la creciente escalada militar en el Caribe. Sus declaraciones se producen días después de que militares estadounidenses asaltaran un buque petrolero en costas venezolanas, un hecho que Caracas ha denunciado como un acto de “piratería internacional”.
Durante una rueda de prensa, Cabello —también secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)— recordó palabras del expresidente Hugo Chávez sobre la magnitud de las reservas energéticas del país. “Nosotros lo hemos dicho, lo dijo el comandante Chávez, que había petróleo como para cien años, pero tienen que pagarlo, robado no”, afirmó.

Cabello sobre el despliegue militar de EE.UU
Diosdado Cabello se refirió directamente al despliegue militar que Estados Unidos mantiene desde agosto frente a las costas venezolanas, el cual incluye bombardeos contra pequeñas embarcaciones y, más recientemente, el abordaje forzoso de un tanquero petrolero. En ese contexto, envió un mensaje explícito a Washington:
“¿Y ustedes creen que van a venir aquí a hacer algo y después van a venirse a llevar el petróleo de Venezuela? No se van a llevar nada, ni una gota de petróleo, tengan la seguridad. Aquí hay petróleo, pero tienen que pagarlo”.
Cabello acusó además a EE.UU. de pretender apropiarse no solo del crudo venezolano, sino también de otros recursos estratégicos. “No es que van a dejar el oro y el gas que tenemos. También van a intentar robarlo, o es lo que ellos creen que van a hacer”, sostuvo, al insistir en que las acciones estadounidenses responden a intereses económicos y geopolíticos más que a una lucha real contra el narcotráfico.

Venezuela es considerada una “gran potencia energética” y posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, estimadas en 303.806 millones de barriles. Sin embargo, Washington ha justificado su escalada de hostilidades en el Caribe acusando, sin presentar pruebas, al presidente Nicolás Maduro de liderar un supuesto Cártel de los Soles, una estructura que no figura en los informes anuales de los principales organismos internacionales especializados en la lucha antidrogas.
Desde Caracas, el Gobierno venezolano ha reiterado que el verdadero objetivo de Estados Unidos es promover un “cambio de régimen” para apoderarse de las vastas riquezas petroleras y gasísticas del país.
Tanto Maduro como Diosado Cabello ha señalado que la narrativa del narcotráfico es un pretexto. “Se les cayó la máscara, el narcotráfico es ‘fake news’: es el petróleo, que se lo quieren robar”, expresó recientemente tras el asalto al buque petrolero.
La ofensiva estadounidense en el Caribe incluye la denominada operación Lanza del Sur, presentada oficialmente como una campaña para “eliminar a los narcoterroristas” del hemisferio occidental y “proteger” a la población estadounidense de las drogas.

No obstante, como parte de estas acciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el océano Pacífico, con un saldo superior a 80 muertos y sin evidencias públicas de que las víctimas estuvieran vinculadas al tráfico de estupefacientes.
En contraste con las acusaciones de Washington, la ONU y la propia DEA han señalado que Venezuela no constituye una ruta principal del narcotráfico hacia EE.UU., ya que más del 80 % de las drogas utilizan la vía del Pacífico.
Las acciones estadounidenses han sido condenadas por Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil, mientras expertos advierten que los ataques a embarcaciones podrían constituir graves violaciones del derecho internacional.

