El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a organizar protestas en puertos de todo el mundo contra lo que calificó como “piratería” por parte de Estados Unidos, luego de que fuerzas militares estadounidenses incautaran un buque petrolero en costas venezolanas. El mandatario planteó la movilización de la clase obrera internacional como respuesta a lo que Caracas considera una escalada de agresiones de Washington contra el país sudamericano.
Durante una alocución, Maduro instó a los trabajadores petroleros y a los sindicatos a activar acciones coordinadas a nivel global. “Los trabajadores petroleros y todos los trabajadores del país deben activarse con mucha fuerza a organizar las fuerzas de la clase obrera en todos los puertos del mundo, en toda la clase obrera internacional, para protestar contra la piratería de los que creen tener patente de corso para robarse las mercancías del mundo”, afirmó. “Y decirle no a la piratería”, agregó.
Maduro denuncia campaña de golpe progresivo
El jefe de Estado venezolano describió este llamado como un proceso progresivo, en el que la movilización iría ganando fuerza con el tiempo. “Cuando hablamos de proceso, estamos hablando de un paso ascendente sobre otro paso.
Quizás hoy nos escuche una gente, uno. Pero mañana nos van a escuchar dos, y tres, y cuatro”, señaló. Para cerrar su mensaje, parafraseó al líder indígena Túpac Katari: “Muy pronto seremos millones en este mundo, diciéndole al imperialismo: no a la piratería, no al saqueo del petróleo”.
Las declaraciones de Maduro se producen un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara “el bloqueo total y completo” de la entrada y salida de Venezuela de barcos petroleros sancionados. Además, Washington informó que el Gobierno venezolano fue “designado como una organización terrorista”, una medida que Caracas calificó de ilegal y sin fundamento.
Trump acusó al Ejecutivo venezolano, sin presentar pruebas, de utilizar “el petróleo de yacimientos robados para financiarse a sí mismo y al terrorismo relacionado con las drogas, el tráfico de personas, los asesinatos y los secuestros”. Estas afirmaciones fueron rechazadas de plano por el Gobierno venezolano, que sostiene que forman parte de una campaña de presión y deslegitimación internacional.
Maduro reiteró que, pese a la prolongada presión estadounidense, Venezuela derrotará “a la oligarquía y al imperialismo en cualquier circunstancia”. En ese sentido, afirmó que el país lleva “25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión multidimensional”, que incluye desde “terrorismo psicológico” hasta acciones que calificó como piratería.
“Venezuela, ¿Qué ha demostrado? […] Que Venezuela es un país fuerte, que tiene un poder verdadero. Y hemos demostrado que estamos preparados para seguir nuestra marcha”, afirmó el mandatario. Incluso sostuvo que el país está listo para “acelerar la marcha de una revolución profunda que le dé el poder al pueblo, completa y definitivamente”.
La tensión se intensificó la semana pasada, cuando militares estadounidenses asaltaron un buque petrolero frente a las costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un “robo descarado” y un “acto de piratería internacional”. Maduro calificó la acción como “absolutamente criminal e ilegal” y acusó a la Casa Blanca de comportarse “como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz”.
