El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este miércoles que el despliegue militar que su país mantiene desde agosto en el mar Caribe constituye, en los hechos, un bloqueo contra Venezuela, con el objetivo de recuperar el control de sus recursos energéticos.
“Es solo un bloqueo. No vamos a dejar pasar a nadie que no deba hacerlo”, declaró ante la prensa, en una admisión que refuerza las denuncias de Caracas sobre una agresión directa con fines económicos.
Trump justificó la medida alegando, sin aportar pruebas, que el país suramericano habría despojado a Washington de “todos” sus “derechos energéticos” y de “todo” su “petróleo”. “Nos quitaron todo nuestro petróleo, no hace mucho, y lo queremos de vuelta. Pero nos lo quitaron ilegalmente”, sostuvo el mandatario, declaraciones que fueron rechazadas de inmediato por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
¿Trump quiere petróleo: No que era alquitrán y nadie lo quería?

En la víspera, el inquilino de la Casa Blanca ordenó “un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela”, afirmando que el país está “completamente rodeado por la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica”. Trump advirtió además que la presión militar aumentará si Caracas no “devuelve” a EE.UU. lo que, según él, fue “robado”, pese a no presentar evidencias que respalden sus acusaciones.
El mandatario fue más allá al calificar al Gobierno venezolano como un “régimen ilegítimo”, designarlo como “organización terrorista internacional” y acusarlo, sin sustento, de utilizar el petróleo de “yacimientos robados” para financiar el narcoterrorismo, la trata de personas, asesinatos y secuestros, así como de enviar “inmigrantes ilegales y criminales” a territorio estadounidense.

Desde Caracas, la respuesta fue contundente. En un comunicado difundido por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el Ejecutivo venezolano calificó la postura de Trump como una “amenaza temeraria y grave” que “viola el derecho internacional, el libre comercio y la libre navegabilidad”. El texto denuncia la intención de “imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval a Venezuela con el objetivo de robarse las riquezas” que pertenecen al pueblo venezolano.
“El Sr. Donald Trump, de manera textual, esgrime una expresión intervencionista y colonialista: ‘hasta que regresen a los EE.UU. todo el petróleo, tierra y otros activos que nos robaron anteriormente’”, señala el comunicado, que acusa a Washington de intentar apropiarse de los recursos venezolanos mediante “campañas de mentiras y manipulaciones”.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, tachó de “delirantes” las declaraciones del presidente estadounidense y advirtió que la escalada militar en el Caribe pone en riesgo la “estabilidad energética mundial”. “La verdad ha aflorado: esto es por petróleo, esto es por nuestros recursos naturales. No es el narcotráfico”, afirmó, al reiterar que Venezuela no renunciará a la defensa de su soberanía “en ninguna circunstancia”.
Pese a las amenazas, Petróleos de Venezuela aseguró que las exportaciones de crudo y derivados continúan “con normalidad”. Rodríguez subrayó que el país “no volverá a ser colonia energética de nadie” y sentenció: “No habrá petróleo regalado ni robado para ningún poder extranjero”.

