A pesar de ello, en EE.UU viven más de 40 millones de pobres y la mitad de la población no tiene acceso a la salud.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves la ley que autoriza un presupuesto militar sin precedentes de 901.000 millones de dólares para el año fiscal 2026, ya en vigor, consolidando un nuevo récord en el gasto de seguridad nacional y marcando las prioridades estratégicas de su Administración tanto en el ámbito interno como en el internacional.
En un comunicado oficial, Trump aseguró que la norma permitirá al Departamento de Guerra ejecutar el programa denominado “Paz a través de la fuerza”, con el objetivo de “proteger el territorio nacional de amenazas internas y externas, y fortalecer la base industrial de defensa”.
El mandatario subrayó además que el texto elimina la financiación de programas que calificó como “radicales y derrochadores”, los cuales, a su juicio, “socavan el espíritu guerrero de los hombres y mujeres” de EE.UU. que visten el uniforme.

“Durante los próximos tres años, Estados Unidos acogerá numerosos eventos importantes que requerirán nuevas autoridades para combatir las amenazas emergentes a la seguridad”, afirmó Trump, al justificar la ampliación de facultades y recursos contemplados en la nueva ley.
El presupuesto incorpora la ley SAFER SKIES, que otorga mayores competencias a las fuerzas de seguridad estatales y locales para neutralizar aeronaves no tripuladas cuando representen un riesgo para la población.

Trump y su ofensiva interna
Asimismo, endurece las penas por la violación del espacio aéreo de defensa nacional. El mandatario indicó que el plan también prevé fondos adicionales para reforzar la seguridad en la frontera sur frente a la inmigración irregular y las organizaciones criminales transnacionales.
El extenso documento legislativo, de más de 3.000 páginas, abarca desde decisiones sobre salarios del personal militar hasta agendas internas del Pentágono, además de líneas de actuación estratégica en regiones clave como Europa, China, Oriente Medio y América Latina.

En el plano interno, la ley establece un aumento salarial del 3,8 % para los miembros de las Fuerzas Armadas, elimina los programas de diversidad, equidad e inclusión en el Departamento de Guerra y veta la participación de mujeres trans en competiciones femeninas dentro de las academias de servicio militar.
En relación con Europa, el presupuesto garantiza 400 millones de dólares anuales de ayuda a Ucrania durante los próximos dos ejercicios fiscales. Además, prohíbe reducir la presencia militar estadounidense en el continente por debajo de 76.000 efectivos sin consultas previas con la OTAN y renueva la cooperación en materia de seguridad con los Estados bálticos.
Respecto a China, la ley de Trump introduce un mecanismo de control de inversiones en tecnologías consideradas sensibles, limita el acceso de determinadas empresas biotecnológicas chinas a financiación federal y mantiene la cooperación militar con Taiwán, territorio que Pekín considera parte inalienable de su soberanía.

En Oriente Medio, el presupuesto deroga las sanciones impuestas por el Congreso contra el Gobierno sirio en 2019 y anula antiguas autorizaciones para el uso de la fuerza vinculadas a las guerras del Golfo y de Irak, reconfigurando así el marco legal de la presencia militar estadounidense en la región.
Para América Latina, la norma autoriza el despliegue de tropas en activo en la frontera con México y advierte sobre posibles recortes en el presupuesto de viajes del secretario de Guerra, Pete Hegseth, si el Pentágono no entrega al Congreso los videos sin editar de ataques contra presuntas “narcolanchas” en el Caribe y el Pacífico, acciones que han sido ampliamente repudiadas a nivel internacional.

