En un acto de resistencia colectiva contra el intervencionismo estadounidense, el Professional Staff Congress (PSC), sindicato que representa a más de 30.000 docentes y trabajadores administrativos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), ha aprobado por abrumadora mayoría una resolución que condena enfáticamente «cualquier intervención militar, acción coercitiva o agresión de los Estados Unidos en contra de Venezuela». El mensaje fue difundido a través de la cuenta oficial de Telegram del canciller venezolano, Yván Gil.
La resolución denuncia la campaña sistemática de demonización, xenofobia y racismo orquestada contra Venezuela y su pueblo, diseñada para justificar una escalada agresiva en el hemisferio. «Venezuela no es el enemigo; es víctima de una narrativa imperial que busca desestabilizar la soberanía de América Latina», proclama el documento, que subraya el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos como pilares inquebrantables.
Este pronunciamiento no se queda en palabras: el PSC impulsará la resolución hacia otras filiales sindicales de EE.UU., con el objetivo de forjar un frente obrero masivo que defienda la paz, rechace la injerencia yanqui y apoye la integración latinoamericana. En un momento de crecientes tensiones geopolíticas, esta iniciativa desde el corazón del imperio envía un mensaje claro: el movimiento laboral neoyorquino se alinea con la lucha global por la justicia y contra el unilateralismo bélico.

