Dos años después de los masivos terremotos que azotaron Turquía y Siria, que dejaron más de 60.000 personas muertas, las regiones afectadas siguen luchando por recuperarse. A pesar de las promesas del gobierno, los esfuerzos de reconstrucción han sido más lentos de lo esperado.
Destrucción masiva

Más de 850,000 edificios colapsaron, dejando a cientos de miles de personas desplazadas. Solo el 15% de las viviendas prometidas han sido reconstruidas. Alrededor de 500.000 personas en Turquía todavía viven en barracones prefabricados o tiendas de campaña.
Impacto económico del terremoto
Las zonas afectadas perdieron el 16% de las horas laborales por la afectación de muchas fábricas que mermó el 10% de la capacidad industrial. El desempleo sigue siendo un punto crítico para las zonas más golpeadas.
La salud mental y la educación

El impacto del desastre va más allá de la destrucción física, con muchos supervivientes enfrentando desafíos de salud mental. 7 millones de estudiantes vieron interrumpida su educación debido a daños en las escuelas.
Pese a las críticas por la respuesta a la tragedia, el gobierno mantiene apoyo político, el presidente Erdoğan ganó en 10 de las 11 provincias afectadas