El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Justificó este miércoles la escalada de presión militar y económica contra Venezuela al asegurar que el país suramericano “expulsó” a las empresas estadounidenses y le arrebató supuestos “derechos petroleros” y “tierras” que Washington ahora pretende recuperar.
Las declaraciones se producen un día después de que el mandatario ordenara un “bloqueo total” a los petroleros sancionados que entren y salgan de territorio venezolano.
“Nos quitaron las tierras, los derechos petroleros, todo lo que teníamos, porque teníamos un presidente que quizá no estaba atento. Pero no van a salirse con la suya. Lo queremos de vuelta. Expulsaron a nuestras empresas. Y las queremos de vuelta”, afirmó Trump ante la prensa, reiterando que esos derechos habrían sido arrebatados “ilegalmente”, sin presentar pruebas que respalden sus acusaciones.
La confesión de parte de Trump
Con estas declaraciones, el inquilino de la Casa Blanca reconoció de manera explícita que las recientes acciones de su Gobierno constituyen un cerco contra Venezuela. “Es solo un bloqueo. No vamos a dejar pasar a nadie que no deba hacerlo”, sostuvo, al defender el despliegue militar estadounidense en el Caribe, oficialmente presentado como parte de una supuesta campaña antidrogas.
El martes, Trump intensificó su ofensiva al anunciar que Venezuela está “completamente rodeada por la Armada” de EE.UU. y ordenar “el bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados” que entren o salgan del país.
En paralelo, designó al Gobierno venezolano, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, como “organización terrorista extranjera”, una medida que Caracas calificó como una grave violación del derecho internacional.
Desde Venezuela, la respuesta fue inmediata. El Ejecutivo denunció que Trump intenta imponer “de manera absolutamente irracional” un bloqueo militar naval con el objetivo de “robar” las riquezas del país, que el mandatario estadounidense “asume como de su propiedad”.
En un comunicado oficial, Caracas aseguró que “Venezuela jamás volverá a ser colonia de imperio ni de poder extranjero alguno” y ratificó su decisión de defender la independencia y la soberanía nacional.
Las afirmaciones de Trump también fueron rechazadas por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien garantizó el pleno funcionamiento de la industria petrolera del país. Recordó que “la primera empresa petrolera de Venezuela (Petrolia del Táchira, 1878) se fundó con personal exclusivamente venezolano”, en respuesta a declaraciones de funcionarios estadounidenses que atribuyen a EE.UU. la creación del sector energético venezolano.
“Más nunca volveremos a ser colonia energética de nadie ni de poder extranjero que sueñe con robarse nuestras riquezas. No habrá petróleo regalado ni robado para ningún poder extranjero”, enfatizó Rodríguez, al señalar que las palabras de Trump revelan abiertamente el interés por los recursos naturales del país.
La escalada estadounidense se produce en un contexto de fuerte cuestionamiento internacional. Organismos como la ONU y la propia DEA han señalado que Venezuela no es una ruta principal del narcotráfico hacia EE.UU., mientras gobiernos como los de Rusia, Colombia, México y Brasil han condenado las acciones de Washington.
Expertos en derecho internacional advierten que el bloqueo naval y los ataques a embarcaciones podrían constituir violaciones graves a la legalidad internacional.
