El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que duplicará los aranceles al 50 por ciento a India, a partir de este mes, como castigo por la compra de petróleo ruso por parte de éste país, reseñó The New York Times.
Igualmente, amenazó a las demás naciones con medidas similares si violan la orden ejecutiva que considera la importación de petróleo de la Federación de Rusia como una «amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política exterior de EE.UU.«
Trump criticó esta semana al gobierno indio a través de redes sociales por la compra de crudo a Moscú, asegurando que: «No les importa cuántas personas en Ucrania están siendo asesinadas por la maquinaria de guerra rusa”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la India respondió que los motivos para importar petróleo de la nación báltica, están vinculados a las necesidades energéticas de sus 1.400 millones de habitantes.
«Por lo tanto, es sumamente lamentable que Estados Unidos decida imponer aranceles adicionales a la India por medidas que varios otros países también están adoptando en su propio interés nacional», declaró el ministerio del país asiático.
Las autoridades indias han indicado que no tienen intención de dejar de comprar petróleo ruso. Nueva Delhi es el segundo mayor importador de petróleo ruso después de China. En los últimos años, Turquía también se ha convertido en un importante comprador de crudo ruso para satisfacer sus necesidades de seguridad energética y alcanzar sus objetivos de crecimiento.
Narrativa contradictoria desde Washington
El conflicto revela las contradicciones en la política de alianzas de India. Aunque Estados Unidos ha cortejado a Nueva Delhi como un socio estratégico clave en Asia frente a China, esta crisis muestra que Washington espera obediencia, no independencia.
“Hay una hipocresía evidente. Europa sigue comprando gas ruso, pero a nosotros nos quieren castigar por importar petróleo”, declaró un asesor económico del gobierno indio bajo anonimato.