Hezbolá condenó con firmeza el ataque israelí contra el campamento de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, en Saida, que dejó 14 muertos y decenas de heridos, calificándolo como una “masacre” y un asalto directo a la soberanía del Líbano.
En un comunicado, el movimiento afirmó que el bombardeo constituye una violación abierta del alto al fuego y de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, denunciando que Israel incumple esta normativa “de manera cotidiana y con la complicidad del gobierno estadounidense”, al que acusó de apoyar y planificar operaciones contra Líbano y Palestina.
Hezbolá subrayó que cualquier señal de debilidad o indulgencia por parte del Estado libanés solo alentará a Israel a intensificar su ofensiva. Insistió en que “el deber nacional” exige una postura firme y unificada para enfrentar los crímenes israelíes y disuadir su escalada “por todos los medios posibles”.
La organización expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y reiteró su solidaridad con los refugiados palestinos en medio de un contexto regional marcado por el aumento de agresiones israelíes y el riesgo de una mayor expansión del conflicto.

