Un atentado con coche bomba sacudió este lunes el sur de Moscú y dejó como saldo la muerte de un alto cargo militar ruso. El teniente general Fanil Sarvárov, jefe del Departamento de Entrenamiento Operativo del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, falleció tras la explosión de su vehículo en un aparcamiento, según confirmó el Comité de Investigación de Rusia.
De acuerdo con la información oficial, la detonación se produjo cuando el automóvil del alto mando se encontraba estacionado, lo que apunta a un ataque planificado y dirigido. La portavoz del Comité de Investigación, Svetlana Petrenko, informó que la explosión fue provocada por un artefacto explosivo colocado debajo del coche, lo que refuerza la hipótesis de un asesinato premeditado.

“El Comité de Investigación ha abierto una causa penal por el asesinato del alto cargo militar”, indicó Petrenko en un comunicado difundido a medios rusos. Las autoridades señalaron que el atentado se produjo en horas de la mañana y que la explosión causó daños significativos al vehículo, sin que hasta el momento se haya informado de otras víctimas mortales o heridos graves en el lugar.
¿Quién es el responsable de la bomba?
En relación con los posibles responsables, la portavoz subrayó que se manejan varias líneas de investigación. “Los investigadores barajan diversas teorías sobre el asesinato. Una de ellas es que el crimen fue orquestado por las agencias de inteligencia ucranianas”, destacó Petrenko, sin ofrecer por ahora pruebas concluyentes que respalden esta hipótesis.

Como parte de las diligencias iniciales por el atentado bomba, el Comité de Investigación desplegó equipos de investigadores forenses y especialistas en explosivos para recabar evidencias en la escena del crimen. “Se ordenarán los exámenes necesarios, incluyendo pruebas forenses y de explosivos. Se está interrogando a testigos y testigos presenciales, y se están examinando las grabaciones de las cámaras de seguridad”, detalló la portavoz.
El asesinato de Sarvárov con coche bomba se produce en un contexto de alta tensión en el conflicto entre Rusia y Ucrania, marcado por operaciones encubiertas, ataques selectivos y acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev. En los últimos meses, las autoridades rusas han denunciado un aumento de acciones de sabotaje y atentados en territorio nacional, algunos de ellos atribuidos a servicios de inteligencia extranjeros.

Natalia Seliverstova / Sputnik
Expertos en seguridad consultados por medios locales señalan que el uso de un coche bomba en la capital rusa representa un mensaje simbólico y operativo, al tratarse de un objetivo militar de alto rango en una zona urbana fuertemente vigilada. También advierten que este tipo de ataques podría derivar en un refuerzo de las medidas de seguridad para altos funcionarios y mandos militares.
Mientras avanzan las investigaciones, el Kremlin no ha emitido aún una declaración oficial de alto nivel sobre el atentado. Sin embargo, el caso ha generado conmoción en círculos militares y políticos, y se espera que las autoridades rusas ofrezcan nuevas informaciones en las próximas horas a medida que se esclarezcan los hechos y se determinen responsabilidades.

