Colombia volvió a revivir una oleada de atentados, cuya responsabilidad recae en una mafia internacional con vínculos con el narcotráfico, reveló a la prensa el presidente de este país, Gustavo Petro, tras liderar un consejo extraordinario de seguridad en Cali, donde el jueves un camión cargado con cilindros bomba explotó cerca de una base militar, dejando 6 muertos y más de 70 heridos. Un segundo camión con explosivos no explotó.
Como parte de los ataques, en Antioquía, un helicóptero policial fue derribado por un dron: murieron 13 agentes de de seguridad, informó el gobernador de este departamento, Andrés Julián Rendón. Los ataques continuaron en la madrugada de este viernes, en Florencia, capital de Caquetá: un artefacto explotó cerca de un despacho municipal, causando daños materiales.

Atentados: causa y responsables
Petro señaló como responsables de los atentados a grupos que apoyan al disidente guerrillero Iván Mordisco; al Clan del Golfo, el cártel más poderoso de Colombia; y a la Segunda Marquetalia, una de las facciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptaron el acuerdo de paz.
Petro informó que la coordinación internacional de estos grupos está liderada por la mafia albanesa y los carteles de drogas de México.
El mandatario colombiano que los atentados son una respuesta a un reciente golpe dado por los cuerpos de seguridad a un grupo denominado la columna Carlos Patiño (disidencia FARC), que vive del cultivo de la hoja de coca y su procesamiento en cocaína. En la operación recuperaron más de 250.000 municiones, hallaron cinco casas llenas de explosivos y 200 fusiles de guerra, perteneciente a ese movimiento irregular.
«Con eso, hay una victoria en el sitio donde hay más hoja de coca de todo el Departamento del Cauca, cerca del 60%, 70% del total (…) la reacción es lo que vimos, es una reacción que termina golpeando a la población», señaló Petro.
En junio pasado, Colombia vivió explosiones y ataques armados que dejaron siete muertos. En la región del Cauca confluyen varias disidencias de las FARC, facciones herederas del paramilitarismo, además el ELN (Ejército de Liberación Nacional).

En lo que va de año, Colombia ha vivido un espiral de violencia. Además de los atentados con explosivos, el 07 de junio pasado el precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, fue abaleado por un sicario menor de edad. El político recibió varios disparos de bala, dos de ellos directamente en la cabeza.
Tras el atentado, Turbay estuvo hospitalizado en estado crítico por varias semanas. El 11 de agosto falleció.