Oficialmente podemos decir la tan famosa frase «Fin de una era». Gregg Popovich dejará de ser el entrenador principal de los San Antonio Spurs, luego de 29 años en el cargo y ahora pasará a ocupar la presidencia de la franquicia.
El histórico técnico, que tiene más victorias que algún otro en la NBA y que cuenta en su haber con cinco títulos de campeón, ha llegado a un acuerdo con la entidad para dar por terminada la extenuante labor de estar dirigiendo al equipo y pasará a los despachos, donde seguirá vinculado a una franquicia que es imposible entender sin él.
Se retira de los banquillos una figura absolutamente legendaria, de las más importantes de siempre en la competición norteamericana.
De los mejores de la historia de la NBA
Popovich dice adiós como uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos. Es el que más partidos ha ganado (1.388), ha ganado cinco anillos de campeón con los Spurs, los únicos que posee la franquicia, al ganar en su larga historia: 1999, 2003, 2005, 2007 y 2014.
Su asociación con Tim Duncan les convirtió en uno de los mejores dúos entrenador-jugador de siempre y todos los títulos vinieron de mano del ala-pívot, que es a su vez uno de los mejores jugadores de la historia y estuvo una temporada como asistente suyo cuando se retiró por causas de salud.
Un motivador nato, hombre con un discurso social enorme (su oposición a Donald Trump a la cabeza), que fue uno de los pioneros en introducir a la mujer en los cuerpos técnicos del baloncesto masculino (Becky Hammon) y que es un referente deportivo y culturan enorme, además de (casi por unanimidad) uno de los tres mejores entrenadores de todos los tiempos junto a Pat Riley y Phil Jackson.
Se retira una leyenda.