Un buque de guerra de la Armada de los Estados Unidos llegó el domingo a Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
Las operaciones de contenedores en el Puerto de Puerto España se suspenderán en varios atracaderos del 26 al 30 de octubre para dar cabida al USS Gravely (DDG-107).
Así lo confirmó anoche en un comunicado del Ministerio de Caricom y Asuntos Exteriores, que también reveló que la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines de EE. UU. realizará un entrenamiento conjunto con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago (TTDF) durante el mismo período.
El buque de guerra estadounidense, con una tripulación de aproximadamente 300 marineros, es capaz de realizar una variedad de misiones, incluida la guerra antiaérea, antisuperficie y antisubmarina y está equipado con un cañón de cinco pulgadas y sistemas de lanzamiento vertical para misiles.
Según el comunicado de TyT, el USS Gravely fortalecerá la cooperación militar entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago a través de intercambios de expertos centrados en tácticas de infantería básicas, procedimientos de mantenimiento y capacidades médicas avanzadas, «para mejorar la competencia táctica y mejorar la confianza mutua».
“Estos esfuerzos fortalecen la interoperabilidad, refuerzan la cooperación de defensa a largo plazo y mejoran la preparación operativa entre las fuerzas asociadas”, agregó el ministerio.
Este avance se produce en medio de una mayor presencia militar estadounidense en el Caribe, donde la administración de Donald Trump despliega fuerzas aéreas y navales para contrarrestar lo que considera amenazas de los cárteles de la droga latinoamericanos.
La administración de Kamla Persad Bissessar en Puerto España se ha plegado a los intereses de Washington, aunque ha negado que forme parte de ningún esfuerzo coordinado para derrocar al régimen de Nicolás Maduro en la vecina Venezuela.
Mientras tanto, en un aviso a los usuarios del puerto ayer, el director ejecutivo interino, Robert Ramsubhag, indicó que se le había solicitado al puerto que atracara el buque durante este período. Como resultado, no se permitirán operaciones de contenedores en los atracaderos 6E, 6W ni 7.
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Contactado anoche por el medio The Guardian de TyT, Ramsubhag dijo que la llegada prevista de un buque de la armada estadounidense a Trinidad y Tobago no era nada fuera de lo común, y señaló que se habían hecho arreglos similares en el pasado con otros buques militares y hospitales visitantes.
Dijo que el buque entrante tiene un calado profundo, similar al buque hospital estadounidense que atracó allí anteriormente, y que los funcionarios del puerto han estado realizando las verificaciones necesarias para acomodarlo de manera segura.
Señaló que Trinidad y Tobago recibe regularmente buques de Estados Unidos, los Países Bajos y el Reino Unido, y como puerto público, la autoridad está obligada a facilitar dichas visitas en coordinación con los ministerios pertinentes.
“Lo hacemos de buena fe y con el objetivo de mantener relaciones sólidas con nuestros socios internacionales. Forma parte de nuestra Ley de Autoridad Portuaria; pueden comprobarlo, facilitamos el acceso a cualquier buque de guerra”, añadió.
También se solicitó a los agentes y operadores navieros que revisaran sus planes y buscaran alternativas durante el cierre del puerto. El puerto de Puerto España afirmó que mantendrá informadas a las partes interesadas sobre cualquier cambio en el cronograma.
Los estadounidense rechazan despliegue de buque de guerra y escalada militar
El ejército estadounidense ha concentrado barcos en el mar Caribe, cerca de Venezuela, desde finales de agosto. El gobierno de Trump afirma que el barco se utilizaba para el contrabando de drogas. El gobierno también afirma, sin presentar pruebas, que el gobierno de Venezuela, incluido su presidente, Nicolás Maduro, está involucrado en el tráfico ilegal de drogas.
Una encuesta de YouGov, de comienzos de septiembre, reveló que el 62% de los estadounidenses se oponen a una invasión estadounidense de Venezuela y solo un 16% la apoya.

Según la encuestadora el 53% se opone a usar la fuerza militar para derrocar a Nicolás Maduro y solo un 18% lo apoya.

De acuerdo a los analistas, las opiniones en Estados Unidos sobre el despliegue militar están divididas, pero la mayoría se opondría al uso de la fuerza militar para invadir Venezuela o derrocar a Maduro.
Más estadounidenses afirman que las intervenciones militares extranjeras empeoran la situación que que la mejoran, y las valoraciones sobre las intervenciones militares estadounidenses se han vuelto más negativas en los últimos años.

