El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, alertó este martes sobre los planes desestabilizadores de Estados Unidos en la región, denunciando que su clase dirigente “ha perdido todo el juicio” y que “el odio de ver revoluciones la lleva a cometer todo tipo de locuras”.
En un encuentro televisado con el cuerpo diplomático acreditado en Caracas, Gil aseguró que Washington busca “convertir a América Latina en un territorio de guerra permanente” y advirtió: “Sabemos de qué son capaces”.
El canciller vinculó estas acusaciones con el apoyo estadounidense a Israel “en los bombardeos contra Irán” y en las agresiones contra civiles en Gaza, calificadas por el Gobierno venezolano como un genocidio.
“Es una clase política que ha perdido la vinculación con los valores de la vida, una clase política que ha cruzado una línea muy peligrosa”, afirmó.
Gil identificó a los autores del atentado frustrado
Gil reveló que las autoridades venezolanas frustraron un atentado con seis cargas de dinamita, equivalente a tres kilos de explosivo, contra la recién inaugurada Plaza de la Victoria de la Gran Guerra Patria, en Plaza Venezuela, un lugar concurrido por millones de personas.

El ataque, que según él fue planificado por “sectores de la oposición extremista con el respaldo de EE.UU.”, tenía como fin “explotar a un pesado del gobierno” y golpear un símbolo del antifascismo.
“Vean la simbología. Son grupos fascistas que pretenden atacar los símbolos del antifascismo y generar muertes y caos. Hay un grupo completamente fuera de sí que pretende generar situaciones de violencia. Es un proceso contra natura”, denunció.
El ministro pidió a la comunidad internacional condenar estos hechos “así como Venezuela condena los hechos de violencia y terrorismo en el mundo”. Aseguró que su país “tiene la moral para mostrar al mundo que el terrorismo en Venezuela no va a ocurrir” y llamó a “desnudar” y aislar a quienes, según dijo, actúan “por todas las vías” para provocar inestabilidad.
Gil sostuvo que este tipo de acciones no se limitan a Venezuela, sino que buscan “generar una desestabilización completa en América Latina”. En su opinión, un sector conservador de la política estadounidense es “capaz de activar una fuerza violenta hostil negativa en contra de todo un continente”.

Asimismo, señaló que el “imperialismo” teme que “se consolide el nuevo orden mundial” y que, frente a las amenazas, podría producirse “un levantamiento en América Latina que termine de consolidar los cambios” por vías democráticas.
“Es hora de que detengamos la barbarie de un sector de EE.UU.”, concluyó.