El Pentágono anunció este viernes el despliegue del portaaviones Gerald Ford, el mayor de la flota de Estados Unidos en el mar Caribe, como parte del despliegue militar que realiza la administración de Donald Trump para supuestamente luchar contra el narcotráfico.
Como parte del operativo militar, Trump ordenó bombardear lanchas en el Caribe, y ahora en el Pacífico, bajo la excusa de que van «cargadas» de drogas, una acción que los senadores demócratas estadounidenses han cuestionado al ser consideradas ejecuciones extrajudiciales que no tienen el permiso del Congreso de EEUU. Países de la región denuncian que ese despliegue amenaza la paz en el Caribe. Caracas, por su parte, denuncia que la acción es para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
El secretario de Guerra de EEUU, Pete Hegseth, instruyó el envió del portaaviones y de su grupo de ataque al área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos, «en apoyo a la directiva del presidente de desmantelar las organizaciones criminales transnacionales», según dijo en un comunicado el portavoz del Pentágono, Sean Parnell.

Caribe militarizado
Según el vocero, este despliegue «reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear y desmantelar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadounidense».
El despliegue del portaaviones se produce cuando Trinidad y Tobago, en una nueva provocación, recibirá un barco de guerra estadounidense durante cuatro días, en medio de la amenaza militar que mantiene EEUU en aguas del Caribe.
Desde el 14 de agosto, Estados Unidos mantiene en aguas regionales inmediatas a Venezuela al Grupo Anfibio Listo y unos 10.000 marines, en franca amenaza y agresión contra la República Bolivariana.


