La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebró este lunes una reunión extraordinaria de cancilleres para analizar el despliegue militar de Estados Unidos en aguas del Caribe, a pocas millas de Venezuela.
Ocho buques de guerra, un submarino nuclear y más de mil misiles fueron movilizados bajo el argumento de “combatir el narcotráfico”, una justificación que fue ampliamente cuestionada en el encuentro.
El canciller venezolano Yván Gil advirtió que se trata de una maniobra política disfrazada de operación antidroga. “Nosotros respaldamos todas las acciones que ha propuesto la República de Colombia en su carácter de presidencia y pedimos a toda la comunidad latinoamericana y caribeña (…) a dar un paso al frente en defensa de la zona de paz”, afirmó.
Además, advirtió que cualquier conflicto militar contra Venezuela usando un pretexto falso, como lo es el narcotráfico «significaría una desestabilización completa de toda la región”.
Gil recordó además que incluso las agencias de la ONU han confirmado que más del 80 % del tráfico de cocaína sale por el Pacífico colombiano, y no por Venezuela, dejando en evidencia la inconsistencia del argumento estadounidense.
Los cancilleres coincidieron en que la movilización militar representa una amenaza directa a la soberanía venezolana y una violación del carácter de “Zona de Paz” declarado por la CELAC en 2014. La declaración conjunta reiteró el compromiso regional con el diálogo y la cooperación, en contraste con la política de fuerza de Washington.