La noche del 15 de septiembre de 2025 quedará marcada en la historia de México como la primera vez que una mujer, Claudia Sheinbaum, presidenta del país, encabezó la tradicional ceremonia del Grito de Independencia desde el balcón del Palacio Nacional.
Ante una multitud de casi 140.000 personas reunidas en la Plaza de la Constitución, Sheinbaum lideró esta celebración que conmemora el inicio de la lucha por la independencia hace 215 años, generando una atmósfera de emoción, orgullo y esperanza. La presencia de tantas familias y visitantes reflejó la importancia de este hito en la participación política y social de las mujeres mexicanas.
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Para esta ocasión única, Claudia Sheinbaum adoptó un enfoque que combinó respeto por la tradición con un mensaje de inclusión y justicia social.
Desde el balcón principal, portando un vestido morado que simboliza la lucha feminista, agitó la bandera nacional y lanzó 22 arengas que incluyeron vivas a los héroes de la independencia como Hidalgo, Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez, junto con homenajes a las heroínas anónimas y a las hermanas y hermanos migrantes. El acto concluyó con un mensaje contundente de soberanía nacional que resonó especialmente en un contexto político mundial complejo.
Símbolos y detalles que marcaron la ceremonia
El evento estuvo cargado de simbolismos importantes. Sheinbaum fue entregada la bandera nacional por un grupo de ocho mujeres cadetes del Ejército Mexicano, y el color morado de su vestido fue una clara declaración de su compromiso con los derechos de las mujeres.
Durante el recorrido hasta el balcón, pasó frente al retrato de Leona Vicario, una heroína nacional, reforzando el homenaje a las mujeres en la historia de México. La ceremonia contó con la presencia de autoridades federales, estatales y representantes diplomáticos, y con estrictas medidas de seguridad dadas las dimensiones y relevancia del acto.
Aprobación ciudadana y respaldo popular
Este histórico evento tuvo además un respaldo popular importante. Claudia Sheinbaum llegó a su primer Grito con una aprobación ciudadana que ronda el 70%, y eso se manifestó en la gran concurrencia y la energía positiva de la multitud. Para muchos asistentes, fue la primera vez que acudían a esta celebración en el Zócalo, y el significado de ver a una mujer como presidenta al frente del acto patriótico impactó profundamente. El público lanzó vítores, aplausos y consignas de apoyo que convirtieron la noche en una fiesta de empoderamiento y unión nacional.
Junto a Claudia Sheinbaum estuvo su esposo, Jesús María Tarriba, quien acompañó a la presidenta durante toda la ceremonia, desde su llegada hasta el momento final en el balcón. Sus gestos y presencia incluso se volvieron tendencia en redes sociales, mostrando un apoyo constante y discreto detrás de la primera mandataria mujer en la historia del país.
Música, Cultura y Celebración Popular
La jornada comenzó horas antes con un concierto multitudinario en la Plaza de la Constitución, que incluyó presentaciones de importantes artistas mexicanos, como La Arrolladora de René Camacho y Alejandra Ávalos, que animaron a las miles de personas congregadas pese a la presencia de lluvia. Después del Grito, la noche culminó con un espectacular show de fuegos artificiales que iluminó el cielo de la capital, representando la unión y la esperanza de un México en constante transformación.
Para Claudia Sheinbaum, este momento no solo representa un acto protocolario, sino una celebración llena de simbolismos políticos y sociales que reflejan su visión de un México más inclusivo, justo y democrático. La presidenta enfatizó la relevancia de ser la primera mujer en dar este tradicional grito, señalando que es un paso hacia la igualdad y el reconocimiento de los derechos de todas las mexicanas y mexicanos. Este evento abre una nueva etapa en la historia del país, donde la voz femenina resuena con fuerza.
