La dirigente de la región autónoma de Gagauzia, Yevgenia Gutsul, crítica del Gobierno prooccidental de Moldavia, fue condenada este martes a siete años de prisión por presuntas irregularidades en la financiación del partido opositor Shor, declarado inconstitucional en 2023.
Su condena ha desatado una ola de protestas, denuncias de persecución política y fuertes críticas internacionales. Gutsul negó rotundamente todos los cargos, asegurando que su caso es un montaje con fines represivos:
“El caso judicial se parece cada día más a un espectáculo absurdo. No se trata de un caso penal, sino de presiones políticas. Es una venganza por tener principios, por adoptar una postura, por negarme a obedecer a las autoridades que hace tiempo que perdieron el contacto con el pueblo”, declaró en marzo.
Tras escuchar la sentencia, la líder regional denunció:
“Esto no es una sentencia contra mí, es una sentencia contra todo el sistema democrático de Moldavia. Hoy yo estoy tras las rejas, pero mañana podría ser cualquiera que se atreva a criticar a la autoridad”.
«Hoy yo estoy tras las rejas, pero mañana podría ser cualquiera que se atreva a criticar a la autoridad», señala.
La abogada defensora, Natalia Bayram, confirmó que Gutsul será trasladada de inmediato a prisión y que el equipo legal apelará el fallo. La decisión judicial llega en un contexto de tensión creciente entre el Gobierno central moldavo, alineado con Bruselas, y la región de Gagauzia, de mayoría prorrusa.
La condena provocó enfrentamientos en las afueras del tribunal entre la Policía y simpatizantes de Gutsul, que coreaban “¡Vergüenza! ¡Vergüenza!” mientras la dirigente era escoltada fuera del edificio.
El Kremlin reaccionó con dureza. El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, calificó la sentencia como una muestra de represión política:
“Esto es un ejemplo del intento de ejercer presión descarada, y de hecho ilegítima, sobre los opositores políticos durante la campaña electoral”, añadió que “la oposición está siendo reprimida por todos los medios” en Moldavia y denunció que “las normas y principios de la democracia están siendo pisoteados de todas las formas posibles”.

Gutsul fue elegida jefa de Gagauzia en 2023 como candidata del partido Shor. Poco después, el Tribunal Constitucional de Moldavia disolvió esa formación política, acusándola de estar “creada sobre la corrupción”. En marzo de 2025 fue arrestada por supuestamente recibir financiamiento desde Rusia entre 2019 y 2022.
La sentencia ha exacerbado la polarización en Moldavia, evidenciando la pugna entre el proyecto europeo que impulsa el Gobierno de Maia Sandu y los sectores que, como Gagauzia, defienden un acercamiento a Moscú.