La guerra de los paquetes pequeños: el limbo de las pymes en EE.UU. y el pez grande que se come al chico.
Trump, con la reciente eliminación de la exención «de minimis» para importaciones desde China, la imposición de aranceles de 145% y posterior rebaja luego de torcer el brazo deja un daño colateral a punto de estallar en EE.UU.
Las decisiones generaron un terremoto en el ecosistema comercial estadounidense puesto que esta medida, impulsada por la administración Trump, afecta directamente a pequeñas y medianas empresas (pymes) que dependían de este mecanismo para importar productos de bajo costo sin aranceles. Mientras grandes corporaciones logran adaptarse, las pymes enfrentan un panorama incierto y desafiante.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) desempeñan un papel fundamental en la economía de Estados Unidos. Según datos de 2023, las pymes representan el 99.9% de todas las empresas en el país y generan aproximadamente el 44% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Además de su contribución al PIB, las pymes son responsables de una parte significativa del empleo en Estados Unidos. En los últimos diez años, han contribuido con más de la mitad del crecimiento neto del empleo en el país .
Este impacto es especialmente notable en comunidades rurales y entre grupos demográficos como los afroamericanos y latinos, donde el emprendimiento ha crecido considerablemente en los últimos años.
El fin de una era: ¿Qué es el «de minimis»?

Desde 2016, la normativa «de minimis» permitía la importación libre de aranceles de paquetes con un valor inferior a $800. Esta política facilitó el auge de plataformas como Shein y Temu, que enviaban millones de paquetes directamente desde China a consumidores estadounidenses.
En 2024, más de 1.36 mil millones de envíos ingresaron a EE.UU. bajo esta exención, representando más del 90% de toda la carga entrante, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.
Sin embargo, en mayo de 2025, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que eliminó esta exención para productos provenientes de China. A partir de esa fecha, todos los paquetes, sin importar su valor, están sujetos a aranceles que oscilan entre el 30% y el 54%.
El fin de los $800 libres: las pymes en EE.UU. atrapadas entre China y Trump
Las pymes, que carecen de los recursos y la infraestructura de las grandes corporaciones, son las más afectadas por esta medida. Muchas de ellas dependían de la importación de productos económicos desde China para mantener precios competitivos.
Chris Gentile, propietario de Pilgrim Surf + Supply, expresó su preocupación:
«Los aranceles serían devastadores… No sé cómo podríamos funcionar».
Gentile destaca que la calidad de los materiales provenientes de China es difícil de igualar, y cambiar de proveedor implicaría costos adicionales y posibles disminuciones en la calidad del producto.
Además, la incertidumbre generada por cambios abruptos en la política comercial dificulta la planificación a largo plazo. Muchas pymes se ven obligadas a aumentar precios, reducir márgenes de ganancia o incluso considerar el cierre de operaciones.
Cuando el pez grande gana: el limbo legal que asfixia a las pymes estadounidenses
Mientras las pymes luchan por sobrevivir, las grandes corporaciones encuentran formas de adaptarse y, en algunos casos, beneficiarse de la nueva normativa.
Empresas como Amazon, que cuentan con centros de distribución en EE.UU., pueden absorber los costos adicionales o trasladarlos al consumidor sin perder competitividad.
Además, algunas plataformas chinas han comenzado a establecer almacenes en territorio estadounidense para evitar los nuevos aranceles. Temu, por ejemplo, ha empezado a promover productos almacenados localmente bajo una nueva etiqueta «Local».
La eliminación de la exención «de minimis» forma parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para reequilibrar la balanza comercial con China aún a costa de las pymes estadounidenses.
Sin embargo, expertos advierten que estas medidas podrían tener efectos contraproducentes, afectando negativamente a consumidores y pequeñas empresas estadounidenses.
Mientras tanto, las pymes buscan adaptarse sin mucho margen de maniobra mediante la diversificación de proveedores, la relocalización de partes de su cadena de suministro y la exploración de nuevos mercados. Sin embargo, estos cambios requieren tiempo, inversión y, sobre todo, estabilidad en las políticas comerciales.
Europa a lo Trump declara la guerra a los minimis: un arancel de 2 euros que sacude el comercio digital.

La Comisión Europea dio un paso a lo Trump contra el creciente influjo de productos importados por plataformas digitales al proponer un arancel de 2 euros por cada paquete pequeño que ingrese al territorio comunitario.
Esta medida, que apunta directamente a gigantes del comercio electrónico como Temu y Shein, busca frenar lo que muchos minoristas europeos califican como “competencia desleal”.
Según afirman los parlamentarios europeos , actualmente, más de 4.600 millones de artículos llegan anualmente directamente a los consumidores de la Unión Europea, generando presiones logísticas, fiscales y sanitarias que han motivado a Bruselas a actuar.
El anuncio fue realizado por el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, quien destacó ante el Parlamento Europeo que la tarifa propuesta no solo busca nivelar el terreno de juego para los comerciantes locales, sino también financiar controles aduaneros más estrictos.
Según un borrador al que accedió el Financial Times, los envíos dirigidos a consumidores finales pagarían los 2 euros completos, mientras que aquellos que se envíen a centros logísticos pagarían una tasa reducida de 0,50 euros.
Detrás de la propuesta también subyace una preocupación estructural: la actual normativa de minimis permite que miles de productos entren a la UE sin pagar aranceles ni someterse a controles sanitarios rigurosos, siempre que su valor esté por debajo de ciertos umbrales.
La Comisión ve en esta tarifa una forma de reforzar el presupuesto comunitario en un momento de fuerte tensión fiscal en varios estados miembros.
En paralelo, esta medida podría escalar tensiones con socios comerciales globales, en especial con Estados Unidos. Mientras la UE busca imponer sus nuevas reglas de juego, ha retomado conversaciones comerciales con Washington para suavizar los efectos de los aranceles de la administración Trump.