El Capítulo del Cairo de la Internacional Antifascista condenó «enérgicamente» mediante un comunicado el pasado 4 de mayo, el secuestro forzado de la niña venezolana de dos años, Maikelys Espinoza Bernal.
«Esta acción refleja el verdadero espíritu del fascismo, oculto tras cortinas de consignas sobre libertades, derechos humanos y los derechos de maternidad e infancia que las autoridades migratorias estadounidenses han demostrado estar completamente desconectadas de ellas, al igual que la capital del nuevo fascismo en el mundo contemporáneo: Washington», detalló el comunicado.


Igualmente, mostraron solidaridad con la familia de Maikelys, y resaltaron que «ningún derecho se pierde mientras que hayan quienes lo reclamen». Hicieron un llamado a todos los «movimientos y organizaciones civiles a ejercer presión sobre la comunidad internacional».
Concluyeron que este secuestro se ha convertido en un «símbolo de la gravedad del chantaje y la opresión que sufren los pueblos del mundo a mano de los distintos gobiernos estadounidenses, cuyas diferencias resultan ser solamente de nombres», manifestaron.