La deuda nacional bruta de Estados Unidos superó los 37 billones de dólares, un récord histórico que refleja el rápido aumento de las obligaciones fiscales del país y la creciente presión sobre los contribuyentes.
El Departamento del Tesoro informó este martes que la deuda total asciende a 37.004.817.625.842,56 dólares, detallando la cifra “hasta el último centavo”. En enero de 2020, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) había estimado que el endeudamiento federal no superaría los 37 billones hasta el año fiscal 2030.
Sin embargo, la pandemia del COVID-19 y las medidas para estabilizar la economía llevaron a EE.UU. a alcanzar ese umbral mucho antes. Los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden aprobaron billones de dólares en ayudas de emergencia durante los años de crisis sanitaria.
Además, la reciente ley de recortes de impuestos firmada por Trump y un paquete de gastos respaldado por los republicanos proyectan un incremento adicional de 4,1 billones de dólares en la deuda durante la próxima década, según la CBO.
Michael Peterson, presidente y director ejecutivo de la Fundación Peter G. Peterson, alertó sobre la velocidad del endeudamiento: “La deuda estadounidense está creciendo en un billón cada cinco meses, después que el país alcanzara una deuda de 34 billones de dólares en enero de 2024, 35 billones en julio de 2024 y 36 billones en noviembre de 2024. Eso es más del doble de rápido que el ritmo promedio de los últimos 25 años”.
El acelerado crecimiento de la deuda genera preocupación sobre la sostenibilidad fiscal y los futuros costos para los contribuyentes, en un contexto económico que sigue marcado por los efectos de la pandemia y las políticas de estímulo federal.
Cifras en EE.UU y el mundo poco alentadoras

El récord de 37 billones de dólares de deuda estadounidense tiene varias implicaciones importantes tanto para EE.UU. como para la economía mundial;
Para EE.UU.:
- Mayor carga de intereses: Cuanto más alta es la deuda, más dinero debe destinar el gobierno a pagar intereses, reduciendo fondos para educación, infraestructura o defensa.
- Riesgo de inflación: Si EE.UU. imprime dinero para financiar deuda, puede aumentar la inflación, encareciendo bienes y servicios.
- Vulnerabilidad financiera: Una deuda tan elevada limita la capacidad del gobierno de reaccionar ante crisis económicas futuras, como recesiones o desastres naturales.
- Dependencia de acreedores extranjeros: Una gran parte de la deuda está en manos de inversionistas y gobiernos extranjeros, lo que puede generar presiones políticas y económicas.
- Potencial ajuste fiscal doloroso: Para reducir la deuda, podrían implementarse recortes de gastos o aumentos de impuestos, afectando a la población y a la inversión privada.
Para la economía mundial:
- Impacto en tasas de interés globales: Si EE.UU. necesita atraer compradores para su deuda, podría subir las tasas de interés, lo que encarecería préstamos en todo el mundo.
- Riesgo para los mercados financieros: El dólar es la moneda de reserva mundial y los bonos del Tesoro se consideran seguros; una crisis de confianza podría generar turbulencia en mercados globales.
- Influencia en el comercio internacional: Si EE.UU. reduce el gasto o ajusta su economía para pagar deuda, la demanda de bienes importados podría caer, afectando exportaciones de otros países.
- Efecto sobre monedas y capitales: Flujos de capital hacia o desde EE.UU. pueden generar volatilidad en divisas y mercados emergentes.

La histórica deuda de Estados Unidos, que ya supera los 37 billones de dólares, no solo limita la capacidad del país para financiar proyectos internos, sino que también puede influir indirectamente en sus decisiones geopolíticas.
Algunos analistas sostienen que la presión por mantener el crecimiento económico y financiar la deuda puede hacer que los gobiernos busquen estímulos a gran escala, incluyendo el gasto militar, que históricamente ha generado empleo, inversión industrial y movimiento de capital.
De manera que el negocio de la Guerra podría estar en auge ya que puede ser un factor que incremente la propensión a acciones internacionales que tengan efectos económicos positivos para ciertos sectores.
En el ámbito global, esta dinámica puede tener consecuencias significativas. La financiación de conflictos mediante deuda puede generar un ciclo donde la guerra impulsa la economía temporalmente, pero también incrementa el endeudamiento y provoca volatilidad en los mercados internacionales.