Con banderas tricolores alzadas y consignas cargadas de energía, miles de venezolanas y venezolanos tomaron las calles este primero de mayo para conmemorar el Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores.
La movilización, que recorrió las principales avenidas de Caracas y de varias ciudades del país, fue también escenario de una contundente exigencia a los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador: la liberación inmediata de la niña Maikelys Antonella Espinoza Bernal y el retorno seguro de 252 venezolanos trasladados ilegalmente al país centroamericano.
En un clima de unidad y firmeza, la clase obrera venezolana se movilizó junto a lìderes del gobierno venezolano, dirigentes sociales y candidatos del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), quienes reiteraron su compromiso con los derechos laborales, la soberanía nacional y la defensa de los más vulnerables.
Día del Trabajador en Venezuela: Los actos y marchas fueron en todo el país
La indignación por el caso de Maikelys Antonella —una niña venezolana de apenas dos años, separada de su madre durante un vuelo de repatriación— fue una constante en las pancartas y discursos.
Las autoridades venezolanas han denunciado que la infante fue secuestrada por la agencia de migración estadounidense, impidiendo su regreso junto a su madre a Venezuela.
“Estamos marchando en rechazo al secuestro de esta niña, que no tiene nada. Un angelito de dios que ha sido arrancado de sus padres y sus madres porque sencillamente hay una política errada de deportación de los estados unidos donde los venezolanos han llegado a convertirse en un negocio”, denunció Yuwaimer Bolívar.
Los manifestantes denunciaron el traslado forzado de 252 venezolanos a El Salvador, en medio de lo que se ha calificado como una operación irregular y contraria al derecho internacional.
Las manifestaciones estuvieron marcadas por un mensaje de dignidad y resistencia, recordando que la lucha obrera en Venezuela ha sido también una lucha por la soberanía y contra las agresiones externas.
En medio de la celebración por los logros del movimiento obrero, la exigencia de justicia por Maikelys y los venezolanos en El Salvador se convirtió en símbolo de una causa nacional que trasciende lo laboral: la defensa del ser humano, de la familia y de la patria. En la manifestación el pueblo trabajador venezolano ratificó que no hay mayor lucha que la que se libra por el derecho a vivir con dignidad.
